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LA DIVERSIDAD DE COMPORTAMIENTOS HUMANOS

Cuando, abiertamente, un sincero amigo me confesaba los problemas familiares que estaba teniendo envueltos en tan poca transparencia, aprecié que yo poco le podía solucionar; salvo darle ánimos y que tuviese entereza para poder resolverlo. Aunque „en otro sentido„ sí me hizo reflexionar todo lo que me contó. Por que me reafirmaba lo que ya de tiempo predecía: que las mentes humanas, y consecuentemente sus acciones, son infinitas y muy diversas para una cordial y mutua convivencia; tanto a nivel de familia como en la sociedad general. Juan Manuel de Prada publicaba hace unos domingos en su página de XL Semanal un artículo que tituló Mentes mentirosas en el que desarrolla con profundidad esta cuestión de lo que son las falsas verdades o las mentiras; las sinceras o las falsas apariencias. Prada destaca también, con su ya personal estilo técnico y meticuloso de gran escritor, el juego de palabras y actuaciones engañosas que las personas ponemos en práctica la mayor parte de nuestro tiempo y que el autor define con el titular que ya hemos citado.

Mis recordados amigos, los psicólogos ya desaparecidos, Antonio Blay y Bernabé Tierno, el primero en su libro La personalidad creadora y el segundo en todo su gran número de libros y manuales publicados, han dejado con sus estudios analíticos de esta cuestión buena escuela sobre las imperfecciones humanas en nuestro comportamiento y en la relación que tenemos con los demás, aclarando muy bien tanto uno como otro esta faceta de ámbito psicológico.

El libro Las apariencias humanas (Publidisa, 2014) del que soy autor, también desarrolla al igual que los anteriores esta cuestión de las engañosas actuaciones de las personas, abarcando el tema desde la infancia y la pubertad hasta la ancianidad; los amigos, el colegio, el trabajo? El libro reafirma que la apariencia o falsa apariencia se manifiesta también en un gran número de acontecimientos sociales, con grados de mayor o menor influencia; por tanto no tan solo se da en las personas individuales, si no también la encontramos en el ámbito administrativo, colectivo, político, laboral? en donde al igual que en otras muchas esferas personales también tropezamos con las falsas apariencias. De ahí que cuando mi amigo depositaba su confianza en mí, haciéndome saber sus problemas familiares, aprecié al momento que no dejaba de ser un caso más de falta de sinceridad entre individuos. Y que viene a ser otra de las tantas realidades de la gran cadena en que la sociedad contemporánea se desenvuelve „eso sí„ con circunstancias y matices diferentes unos casos de otros, pero en definitiva todos envueltos en mentes retorcidas y presentando, paralelamente y la mayor parte de las personas, más de una cara. Lo peor es que estas actuaciones engañosas, a veces se realizan por inercia y cuando se cometen casi no las percibimos, pues son una actuación ante los demás que ya se ha convertido en involuntaria. Por que la mente se activa como autodefensa, pensando que el no ser precavidos redunda en vernos perjudicados o en ver dañada nuestra autoestima; pero en la realidad y en la mayor parte de los casos tal comportamiento es innecesario: salvo, claro es, cuando se actúa con premeditación, persiguiendo a corto o largo plazo algún beneficio o interés personal.

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