Empezaba el año 2013, la crisis seguía golpeando la economía y, en cambio, el Ayuntamiento de Ontinyent había logrado cerrar el ejercicio anterior con 2,3 millones de euros de superávit. El 2012 había sido el primer año gestionado al completo por el gobierno de coalición (PSPV, Compromís, EU) presidido por Jorge Rodríguez desde julio de 2011. También fue el primero que el Ayuntamiento de Ontinyent cerró con remanente de tesorería positivo después de cuatro años del PP con continuos desfases presupuestarios que habían disparado la deuda municipal a cerca de 25 millones de euros.

Pero el gobierno municipal de Ontinyent se encontró con un restricción «insólita e injusta», según fue calificada entonces, del Ministerio de Hacienda. Cuando más azotaba la crisis, con el país a las puertas de una intervención por la UE y un paro galopante, el departamento de Cristóbal Montoro impedía a los ayuntamientos reinvertir su «beneficios» en mejorar la calidad de vida sus vecinos. El dinero sobrante no podía gastarse o debía ir a amortizar deuda bancaria.

Uno de los primeros alcaldes que puso el grito en Madrid y defendió en la Federación Española de Municipios y Provincias que los ayuntamientos pudieran destinar el superávit a generar empleo fue Jorge Rodríguez, entonces como ahora, alcalde de Ontinyent, y hoy además presidente de la Diputación de Valencia. Como miembro de la Comisión de Hacienda y Financiación Local por el PSOE, el primer edil de la capital de la Vall reclamó que el ejecutivo de Rajoy modificara la Ley de Estabilidad Presupuestaria para permitir a los ayuntamientos gastar el superávit en generar actividad económica.

Rodríguez declaró entonces que «la buena gestión de los ayuntamientos que hemos hecho los deberes y hemos sido capaces de gastar menos de lo que ingresamos debe repercutir en el bienestar de la ciudadanía». Cinco años después, la situación parece que tiene visos de cambiar. Aunque el ministro Montoro continúa sin desvelar cómo: «Te obligan a pagar más a los bancos», se quejaba el alcalde de Ontinyent en 2013, en referencia a la norma de estabilidad que obliga a destinar el superávit a la reducción de la deuda del municipio. «Pero a los bancos ya les pagamos lo que tenemos que pagarles», añade hoy el alcalde, cinco años después, al destacar que Ontinyent ha reducido de 24,4 a 10,5 millones la deuda desde 2011.

Ontinyent fue una de las ciudades que en 2013 desafió al Ministerio de Hacienda e invirtió el superávit «en las personas», como rezaban los carteles de las obras que se hicieron con remanente del año anterior. Con ese dinero, el gobierno municipal acometió la remodelación de la antigua sede de Correos como nuevo o retén de la Policía Local; hizo accesible el edificio del antiguo ayuntamiento; realizó las actuaciones necesarias para poner en marcha el albergue municipal y puso en marcha un pla de empleo; todo ,ello con el objetivo de «seguir invirtiendo en la gente y mejorar Ontinyent», declaró entonces la portavoz socialista Rebeca Torró en la rueda de prensa de presentación del listado de actuaciones vinculadas al superávit obtenido en 2012.

La oposición, a los tribunales

La reacción del Partido Popular fue llevar el caso a los tribunales, una acción de la que tuvo que arrepentirse meses después retirando el recurso ante las críticas recibidas por «oponerse a que el superávit vaya a las personas y preferir que vaya a los bancos», como se encargó de recordarles Jorge Rodríguez durante varios plenos.

Igual que entonces, Rodríguez señala ahora que «no nos hubiéramos perdonado hacer todo lo que estaba en nuestras manos para ayudar a aquellos que peor lo estaban pasando», rercuerda. En aquellos días de 2013 Rodríguez también hizo un llamamiento al PP a pidiendo que ejercieran «la responsabilidad de hacer política y no de hacer politiqueo, que trabajaran por la ciudadanía y no por los partidos», insiste. Y añade, igual de convencido que entonces: «siempre estaremos del lado de aquellos que se ponen a disposición de trabajar por la ciudad, pero aquellos que quieran torpedear nuestro futuro, se van a encontrar con nuestra oposición frontal», según ha recordado estos días.

Decreto Ley para agilizar la propuesta

? El ministro Montoro plantea un Decreto Ley para que los ayuntamientos puedan reinvertir el superávit hasta 2019. Lo avanzó el pasado 26 de febrero. Y concretó que pretende impulsar una norma que permita a las entidades locales la reinversión de su superávit «con rapidez», señalando que el mecanismo que agilizaría esta reinversión sería un Decreto Ley. No obstante, las inversiones tienen que fijarse al concepto de la sostenibilidad financiera, matizó a Europa Press.