La Orquestra del Palau de les Arts despidió ayer la temporada del coliseo con una protesta ante el bloqueo de su reglamento interno que lleva desde hace meses paralizado e impide la entrada en vigor de su convenio colectivo.

El colectivo tenía previsto actuar durante la última representación de la ópera Carmen, dirigida por Zubin Mehta dentro del Festival del Mediterráneo, con lazos verdes mientras a las puertas del edificio representantes sindicales y del comité de empresa se manifestaban minutos antes del comienzo de la representación con pancartas en las que denunciaban que los músicos estaban actuando "sin garantías laborales".

Fuentes de UGT, sindicato mayoritario en la Orquestra, indicaron a Levante-EMV que esa misma mañana se había producido una reunión del patronato del Palau de les Arts en la que la firma del documento había quedado en el aire pese al acuerdo inicial en torno a él.

No es la primera vez que el colectivo de músicos protesta, como anteriormente lo hizo el grupo de técnicos, ante el funcionamiento interno del Palau de les Arts y las condiciones laborales.

Según las mismas fuentes, se está a la espera desde abril a que se firme el reglamento interno de una orquesta que lleva cuatro años trabajando. Durante primeros de año, la orquesta ya realizó movilizaciones de carácter interno y asambleas poniendo sobre la mesa situaciones con las que no estaban de acuerdo como falta de información de la programación, ensayos extras no reconocidos o programados a destiempo, exceso de horas y otras muchas cuestiones de funcionamiento que han de ser regladas con el documento. El reglamento no hace sino establecer la organización y el funcionamiento del colectivo integrado por más de ochenta músicos.

De hecho, hace meses Maazel ya tuvo que interceder ante la dirección por algunas cuestiones relacionadas con la orquesta o su desencuentro con su secretario técnico, al que acusaron de excederse en sus competencias.

Según fuentes de la Orquestra, los músicos se han dirigido en esta ocasión al propio Mehta alertándole de la situación e incluso le comunicaron que si todo continuaba igual, el próximo paso del colectivo sería una huelga el 1 de agosto coincidiendo con el concierto previsto en el Festival de Perelada.

Este periódico intentó ayer conocer la opinión de Les Arts al respecto aunque sin éxito.