Marky Ramone, batería de los Ramones, ha tocado recientemente en España los éxitos de la mítica banda neoyorquina de punk-rock. Marky recuerda bien su última visita, hace dos años y medio: «La reacción del público fue genial y comí una de las mejores paellas que he tomado en mi vida. Esa es una de las razones por las que vuelvo (se ríe).También por los amigos que hice, con los que he seguido en contacto. Ahora vivimos en un solo mundo gracias a internet. Me alegro de volver».

—Patti Smith saca fotos de iglesias en los lugares que visita. ¿También le da tiempo de ver las ciudades cuando está de gira?

—Sí, lo puedes ver en el DVD que publiqué, titulado Raw. Llevé una cámara de vídeo a todas partes. Sabía que tenía tiempo de filmar a los otros Ramones y los países donde estábamos. Acumulé cuatrocientas horas de vídeo.

—Otro batería, el de The Police, Stewart Copeland, filmó un DVD similar. En él se pueden ver peleas entre los miembros del grupo, algo que en Raw no aparece...

—Quería reflejar el lado divertido de los Ramones, aunque el DVD End of the century era bastante triste y deprimente. Nuestros fans y amigos saben que los Ramones no estaban siempre peleándose. El noventa por ciento del tiempo era muy divertido, y el otro diez por ciento... un infierno (se ríe).También hay que mostrar el lado bueno. Estuvimos juntos durante 22 años; no hubiéramos durado tanto si sólo nos hubiéramos peleado.

—El logotipo de los Ramones se ha convertido casi en un clásico pop art, como el plátano de Andy Warhol. ¿Se enfada cuando ve a un adolescente que probablemente no ha escuchado una nota de los Ramones, con la camiseta y su sello presidencial?

—No sé... Todas las bandas tienen sus camisetas, pero nuestro logo es el sello presidencial de Estados Unidos, así que todo el mundo puede llevarlo. Ese chico que lleva la camiseta porque le gusta, puede querer escuchar a los Ramones. O uno que tiene los discos puede comprarse la camiseta... Yo no me compraría una sin saber de qué va,me interesaría por el porqué.

—Las camisetas llegaron a ser una importante fuente de ingresos para los Ramones. ¿Todavía cobra algo por ellas?

—Sí. Dee Dee Ramone tuvo la idea. Era un mocoso militarista. Su padre estaba en el ejército y él coleccionaba insignias, medallas y objetos firmados. Le dijo al que hacía las camisetas que pusiera ese logotipo, y Johnny, Joey y Tommy dijeron que adelante. Cuando me uní a la banda me pusieron en la camiseta, pero cuando los otros tres miembros murieron, era muy supersticioso y pedí que sacaran mi nombre de la camiseta.

—Cuando Joey, Dee Dee y Johnny murieron en un plazo de apenas tres años, ¿pensó que había una especie de maldición sobre los Ramones?

—¡Sí, por supuesto! Fueron los tres seguidos: primero Joey, después de terminar su álbum en solitario. Ibamos a hacer un segundo disco, pero de verdad, no sólo con descartes y maquetas; pero murió. Luego, Dee Dee,que era mi mejor amigo, falleció de sobredosis. Siempre le había dicho que antes de hacer algo así me llamase y hablaríamos. Por desgracia, no lo hizo. Cuando eres un adicto y dejas de drogarte, no significa que dejes de ser un adicto, sigues teniendo esas tendencias.

—Es cierto.

—Luego, Johnny murió de cáncer de próstata, y me dije: ¡Oh, oh...! ¿Quién es el próximo...? Pedí que borraran mi nombre de todos los objetos relacionados con ellos y que recuperasen el logotipo de la formación original [con Tommy], porque no quería ser el próximo. No soy temeroso de Dios ni religioso, pero cuando aquello ocurrió, estaba un poco asustado. Ahora mi nombre ha vuelto a las camisetas y a todo el merchandising, pero no puedo pararlo: hay una empresa que lo gestiona y busca lo mejor para su negocio. Fui muy supersticioso.

—¿Cómo era su relación con Joey en sus momentos finales, en 2001? Johnny ni siquiera le llamó por teléfono...

—No, no, [Johnny y Dee Dee] le odiaban. Fui el único Ramone que le visitó en el hospital y que tocó en su álbum en solitario. Ensayamos juntos... Estábamos unidos, si no, no me hubiese pedido que tocase en su álbum. Discutimos mucho, pero lo arreglamos. Por desgracia, ni Johnny ni Dee Dee hicieron las paces con él.

—¿Es cierto que Joey escuchaba a U2 en sus últimos días?

—Honestamente, no lo creo. Escuchaba doo-wop y clásicos. Imagino que eso es sólo un rumor.

—Pues Bono decía en los conciertos, tras la muerte de Joey Ramone, que Joey solía escuchar la canción In a little while, de U2, en la cama del hospital, antes de morir.

—Puede ser, aunque no creo que escuchara ese grupo todo el tiempo. Le gustaba el lado político de U2, pero nunca le vi escuchando a U2. Respeto las causas de Bono y que haya sido fan de los Ramones, pero realmente nunca les escuchamos.

—¿Ha terminado ya su libro, de qué va?

—Sí. Escribo sobre todo en mi vida, desde la época en que era niño, cuando tocaba conWayne County, Richard Hell & The Voidoids; los Ramones, el CBGB’s, el Rock and Roll Hall of Fame, Phil Spector, los diez álbumes de estudio en los que toqué, los 15 años que pasé en la banda y todo lo demás.

—¿Se enfadó cuando cerró el mítico CBGB de Nueva York en 2006?

—No, para nada. Era su hora, el final de una era. El club estuvo abierto durante 33 años. Richard Hell [líder de los Voidoids y bajista de Television] y TomVerlaine [guitarrista de Television] lo descubrieron, y luego llegaron Patti Smith, Debbie Harry [Blondie] y Talking Heads. Fue el final de una era. Las bandas que están ahora en auge en Nueva York deberían montar su propia escena y su propio club, y hacerlo famoso. Hilly [Kristal, fundador del CBGB] se estaba muriendo de cáncer y no quería continuar con el local. Captó la atención de la opinión pública y sacó la camiseta Salva el CBGB, que le dio millones de dólares. Pero no quería discutir más con el casero y deseaba dejarlo.

—¿Qué pensó cuando el productor Phil Spector fue condenado el año pasado por el homicidio de una actriz. Es un hombre violento?

—Pasé mucho tiempo con Phil y también le acompañé en el juicio en Los Ángeles. Iba a sus fiestas de Navidad y salíamos de copas. Nunca se puso violento conmigo y no sé qué sucedió, pero a algunos amigos cercanos nos contó que fue un accidente, y esa es la versión que tenía que haberse presentado ante el tribunal. Es todo lo que puedo decir...

—Se cuenta que Phil Spector le sacó una pistola a Dee Dee durante las sesiones de End of the century [1980].

—No es cierto. Les sacó una pistola a otras personas, pero nunca a los Ramones. Yo estaba todo el tiempo en el estudio, y allí sólo estaban con los Ramones Ed Stasi, Larry Levine [ingenieros de sonido] y Phil. Stasi también asegura que eso nunca ocurrió. Dee Dee era un gran exagerador, por eso escribía tan buenas canciones. Lo ves en los libros que escribió: todo muy exagerado. El único libro que cito cuando se trata de Dee Dee es el que escribió Vera Ramone [esposa de Dee Dee]. Cuando cuentas la verdad, te cargas una leyenda. Phil podía ser violento, pero no disparó ni hirió a nadie. Me sorprendió su condena.

—¿Qué tipo de música pone en su programa de radio en Nueva York?

—Pop-rock, tanto nuevo como viejo. Es el segundo programa más importante de la emisora, Sirius XM. Ayudo a grupos nuevos y pongo canciones de bandas que no tuvieron éxito en la escena punk rock. Algunos me dan las gracias por darles a conocer en Estados Unidos.

—¿Qué bandas nuevas le gustan?

—Una llamada The Gallows; también The Riverboat Gamblers y The Loved Ones. Hay un montón de ellas.

—¿Qué le parecen The Strokes?

—Están bien. No les escucho todos los días, pero tienen buenas canciones. Me gustaría que fueran tan legendarios como los Ramones, porque Nueva York necesita una nueva patada en el culo para su escena musical. Muchos grupos se han mudado a Brooklyn.

—¿Sigue reparando coches para entretenerse?

—Sí. Poseo una tienda con un amigo y restauramos y customizamos coches antiguos. Soy un mono grasiento, me gusta trabajar debajo del chasis. A veces ni siquiera cobro.