Davide Livermore, nuevo director artístico pero no intendente del Palau de les Arts, mantendrá las retribuciones que Helga Schmidt tenía desde 2012: un salario anual de 67.615 euros —lo mismo que el director del IVAM, remarcó María José Català— y el mismo tope de su complemento por residencia y dietas. En el caso de la ejecutiva austriaca era de 23.500 euros al año.
El recambio le saldrá, no obstante, rentable al Consell, ya que se ahorra, al menos de momento, la plaza de director del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo que ocupaba Livermore, pues continuará con esta responsabilidad. Fue Cultura la que le propuso mantener las funciones en la lanzadera de nuevos valores de la ópera y él reggista turinés aceptó.
La titular del departamento de la avenida de Campanar subrayó que Les Arts es el teatro de ópera español con una estructura de dirección más austera. El Liceo de Barcelona, el Teatro Real de Madrid o el de la Maestranza de Sevilla, dijo, pagan más a sus responsables artísticos.
Como en el caso del titular del IVAM, Livermore firmará en los próximos días —como tarde, la semana que viene, calcula Cultura— un contrato por cuatro años prorrogable por dos más.
Català señaló que no habrá cambios en la responsabilidad para elegir al nuevo director musical de Les Arts. Si antes era competencia de Schmidt, ahora lo será de Livermore. Él será quien «recomiende» un nombre al final de la temporada actual, en la que diferentes batutas se están poniendo al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV) —Jordi Bernàcer, Gustavo Gimeno, Vladímir Jurowski, Henrik Nánási o Nicola Luisotti— en una suerte de prueba de selección. Eso sí, para evitar errores del pasado, dijo, el elegido deberá ser bien acogido por la OCV.
