El descubrimiento de la fachada, tal y como informaba este periódico ayer, ha dejado a la vista que en el almohadillado se habían disipado las puntas de diamante, claramente marcadas en etapas anteriores a esta remodelación.
Será la administración central la que dará cuenta de las modificaciones en el museo, puesto que a ella pertenece el proyecto de puesta a punto del edificio. Al cierre de esta edición no se había recibido ninguna respuesta del ministerio a este respecto. Por otro lado, la conselleria de Cultura también tiene parte de la custodia del museo, como responsable de la gestión del mismo. Sin embargo, y pese a que desde Campanar se apunta a que se evaluará el proceso de restauración y el resultado, la inacabada transición en el gobierno impide cualquier diagnóstico. La ausencia de un secretario autonómico de Cultura sugiere cautela en la conselleria respecto a una restauración que suscitó la denuncia del experto en Historia del Arte Joan Gavara en estas páginas.