Corría el año 1997, cuando Umberto Eco se convirtió en la estrella del congreso 'Los desafíos del III Milenio' que se celebró en el Palau de la Música de Valencia. El novelista compartió cartel con Antonio Gala, Luciana Castellina o Maurice Aymard. El escritor fallecido vatició que en este milenio "se asistirá a un gran mestizaje cultural" y vislumbró que Europa sería como Nueva York o una capital de América Latina y «ningún racista podrá impedirlo, ni las leyes restrictivas a la emigración".

Umberto Eco como si hubiera viajado del futuro y hubiera visto en persona la crisis de los refugiados aseguró que los "fenómenos a los que asistimos hoy (enero del 97) son son emigraciones sino inmigraciones, parecen fenómenos naturales y nadie puede controlarlas". El novesita insistio en que el planeta se había convertido en un espacio de cruce y «no se puede encerrar a los recién llegados en guetos".

La víspera, el ensayista italiano y parte de los intelectuales que participarían en el congreso, asistieron a una recepción en el Salón de Cristal del Ayuntamiento de Valencia, con la presencia de la alcaldesa Rita Barberá.