La obra más universal de Miguel de Cervantes se adapta a todas las edades. Coincidiendo con el 400 aniversario de la muerte del autor de «Don Quijote de la Mancha», una película infantil en formato para planetarios digitales conmemora la efeméride y la célebre obra.

La adaptación ha sido realizada por del artista Alejandro Durán (Sevilla, 1978), licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia. Su creación es una película de animación infantil sobre el hidalgo, diseñada para ser proyectada en planetarios digitales de todo el mundo.

Se trata de la primera adaptación de la obra de Cervantes para estas salas. La película está planteada a modo de cuentacuentos y resume las escenas más populares de las aventuras del hidalgo Don Alonso Quijano (Don Quijote) y Sancho Panza, contadas en tan solo 20 minutos.

«Don Quijote es un proyecto que se empezó a elaborar en septiembre de 2015. Se ha tardado siete meses en cerrar el proyecto y con un rito frenético de trabajo. El objetivo era tener la película para el 400 aniversario de la muerte de Cervantes, pero otro objetivo era afrontar un proyecto tan complejo como una adaptación de una obra como 'El Quijote' y hacerla asumible para los más pequeños. No ha sido fácil y ha habido momentos de absoluta desesperación. Finalmente ha salido y estoy muy contento con el resultado», explica a Levante-EMV Durán.

El reto, dice, es lograr, a través de «una experiencia cercana y rica en contenidos sensitivos y creativos, que los más pequeños disfruten y aprendan a la vez, que consigan interiorizar sin esfuerzo una obra de literatura tan maravillosa como 'El Quijote'». Los planetarios, en su opinión, «tienen un potencial increíble como herramienta de comunicación, o como herramienta de formación, en el momento que entras todo lo demás desaparece y la concentración del público se vuelve algo exponencial si la historia está bien contada, es espectacular, para los críos es una gozada».

Según Durán, «'El Quijote' es una obra compleja, densa y llena de matices, explicar esta obra a niños de 3 a 10 años es complicadísimo y normalmente nunca se cuenta la historia completa porque es demasiada información». A través de la película, el sevillano ha querido simplificar las escenas más populares en tan solo 20 minutos: «estos 20 minutos dentro del planetario es un suspiro, pasan rapidísimo. Con esta película se ha conseguido una narración continuada, sin cortes bruscos, por lo que la percepción es la de una historia que empieza y acaba, además la escenas pasan alrededor del público convirtiendo en a los asistentes en una parte activa».

El tratamiento de los personajes principales y la narrativa a medida para los más pequeños hacen de esta película «un proyecto innovador, divertido y didáctico», explica su creador. «Nunca fue tan fácil ofrecer a los más pequeños una historia tan compleja, y quién sabe, quizás sirva también para los más mayores», concluye el autor de la película.

Durán se encuentra gestionando la distribución de la cinta, pero adelanta que países de Norteamérica e Iberoamérica ya han mostrado mucho interés. No obstante, destaca que le encantaría que se proyectara en el Hemisfèric.