«¿Qué tiene de malo la risa?», pregunta Guillermo de Baskerville. «La risa acaba con el miedo. Sin miedo no hay fe. Porque sin miedo al diablo, no se necesita a Dios», responde Jorge de Burgos. Umberto Eco ya utilizó la risa en El nombre de la rosa como herramienta intelectual contra el poder. También de Italia llega Teatro Sotterraneo a Tercera Setmana. El colectivo escénico más premiado en los festivales vanguardistas, visita Valencia por primera vez, con su Homo Ridens en Las Naves.

El dramaturgo Daniel Villa y la actriz Sara Bonaventura explican que su propuesta consiste en un estudio de la felicidad. Un experimento «pensado en el mecanismo de la risa», sostiene Villa, al tiempo que avisa que «no es una comedia para hacer reír», sino «una reflexión sobre el mecanismo instintivo de la risa».

Una performance donde prima la ironía y el humor negro, admiten los dos. Así que el público que asista esta tarde a Las Naves formara parte del experimento. El cuarteto de actores de Sotterraneo ofrecerá diversos estímulos escénicos para analizar luego la respuesta del público valenciano.

«La risa es diversa», asegura Bonaventura, la actriz que ha llevado el laboratorio por toda Italia, y después de la representación de hoy viaja primero a Birminghan, luego a Lisboa y Madrid. «La risa en el sur de Italia es bastante fuerte, en el norte se ríe mentalmente», sentencia.

El objetivo es analizar la aproximación humana a la risa para medir sus límites y su complejidad. Y termina desvelando la brutalidad de la violencia y el horror de la sociedad en la que vivimos.

Ensayo moderno

«Nos movemos en el terreno de la función teatral contemporánea. Nada que ver con la tradición popular y la comedia del arte italiana», reconoce Villa. «Por desgracia en Italia la tradición y la contemporaneidad aún están bastante separadas», se queja el dramaturgo.

Por eso se mueven por el circuito de festivales escénicos. El colectivo de investigación teatral, fundado en Florencia en 2004, acostumbra a diseccionar certezas con los mínimos medios a su alcance. La revista de arte contemporáneo Drome asegura que las producciones de Teatro Sotterraneo son «lúcidas y feroces incursiones en el inconsciente individual y común».

La joven compañía italiana suma en Homo Ridens ironía, audacia, irreverencia y sorpresa, comedia, belleza, emoción y tragedia. Saben, por experiencia, que la carcajada es empleada tanto por el poder para entretener al pueblo, como por el pueblo para rebelarse.