El mago valenciano Salvador Vicent Martínez, más conocido como «Yunke», lleva al Teatro Olympia -directamente desde China- su último espectáculo, «Hangar 52. Ilusiones Clasificadas». En el país asiático ha cosechado un éxito que le ha llevado a más de 30 teatros. Ahora elige València para el estreno nacional de este espectáculo de gran formato.

En él, el mago avanza que habrá números recopilatorios de sus 20 años de trayectoria. «El espectador verá grandes ilusiones ambientadas en el mundo de la aviación y que suceden en un hangar». Entre las sorpresas que le deparan al público están los secretos nunca antes desvelados de Leonardo da Vinci, experimentos de teletransportación de la Nasa, una puerta interestelar con la que viajará al antiguo Egipto, aviones desaparecidos en la segunda guerra mundial, rituales de los antiguos guerreros de la Gran Muralla China e ilusiones creadas por Yunke de última generación.

Además, los artilugios que el mago emplea en la función las fabrica él mismo en su taller. «Mi abuelo era herrero y de ahí mi nombre artístico, que también es un homenaje a él», señala Yunke que tanto se involucra en la fabricación de sus herramientas «mágicas» que ayer precisó de tres puntos de sutura en un dedo tras un pequeño accidente con uno de los elementos escenográficos que utiliza en este espectáculo.

Para él lo más importante de la función «es que el efecto mágico sea lo más poderoso», más allá de los complementos, del humor o la comunicación sobre el escenario.

Para él la magia es «una obsesión, hasta sacrifico horas de sueño». Trabaja hasta 15 horas al día «no entiendo cómo no caigo enfermo», dice entre risas.

Prefiere no emplear el término truco, «porque suena a engaño». Él prefiere llamarlos «magias». Ante la pregunta inevitable de si un mago revela sus secretos, responde: «Nunca, cuanto más me preguntan sobre ellos o con más interés, más los protejo».