El mejor lugar para descubrir la muralla medieval de València está bajo el IVAM

El museo concluye la rehabilitación de esta construcción del siglo XIV que llegó a alcanzar los ocho metros de altura

Muralla medieval rehabilitada en la Sala Pinazo del IVAM.

Muralla medieval rehabilitada en la Sala Pinazo del IVAM. / Miguel Lorenzo / IVAM

Voro Contreras

Voro Contreras

El IVAM ha presentado esta mañana la nueva sala de su rehabilitada muralla medieval, que a partir del 25 de abril se volverá a utilizar como espacio para exposiciones con una muestra dedicada a Ignacio Pinazo. El acto ha contado con la asistencia de la directora adjunta del museo, Sonia Martínez, acompañada de Sergio Estruch y Laura Mantecón, arquitectos del equipo de El Fabricante de Espheras, y los arqueólogos José Ferrandis y Antonio Sáez. Ha sido también el primer acto al que ha asistido la nueva gerente del IVAM, María Ayuso.  “Es la primera vez que se lleva a cabo una rehabilitación integral de la muralla desde que se inauguró el IVAM en el año 1989”, ha destacado Martínez. 

Contra Castilla y contra el Túria

El proyecto, que ha tenido un coste cercano a los 600.000 euros, no solo ha servido para acondicionar el nuevo espacio expositivo y preservar este tramo de 80 metros de la muralla construida durante el siglo XIV, sino para mejorar la visibilidad de la construcción medieval que llegó a tener cinco kilómetros de longitud y alcanzar los 8 metros de altura. Ahora, en los tramos mejor conservados, la muralla llega a los dos metros.

La intervención impulsada por la Generalitat ha dignificado el acceso al muro desde exterior y, ya en el interior de la sala, ha mejorado la iluminación y ha habilitado un recorrido circular con rampas en vez de escalores que permite al visitante ver de cerca cada detalle de este sistema de defensa bélico levantado durante la guerra contra Castilla, pero también contra las avenidas del Túria.

"Se ha modificado el abrupto acceso con una nueva rampa de pendiente inferior al 6%, con el objetivo de hacer del IVAM un espacio universalmente accesible para no discriminar a ninguna persona que pudiera hacer uso del museo”, detalló Laura Mantecón, mientras que su compañero Sergio Estruch informaba sobre la impermeabilización de la zona en la que se habían detectado filtraciones.

Una ventana desde el interior

El proyecto también ha incluido la apertura de un ventanal que, aunque permite ver la muralla desde el exterior, está concebida para ser vista desde el interior, según ha señalado uno de los arqueólogos que ha participado en el estudio. "Es como una ventana inversa para mirar de dentro a fuera y evidenciar que la muralla continuaba", ha señalado.

Los arqueólogos han subrayado cómo esta intervención ha puesto en evidencia el óptimo estado de los restos de la muralla, especialmente en su parte interior, y su "calidad, dureza y fortaleza". "Era el ángulo más vulnerable de la ciudad respecto a las avenidas del Túria y por eso se hizo con una calidad extraordinaria", ha explicado, para añadir a continuación: "En toda València no hay un elemento de muralla expuesto con tanta calidad como esta".

Fragmentos de cerámica

El área que ocupa hoy el IVAM comenzó a urbanizarse con edificios residenciales a partir de 1870, tras el derribo paulatino de la muralla y sus elementos anexos, como el foso y las rondas de paso. Los trabajos de rehabilitación integral de la muralla medieval conservada en el Institut Valencià d’Art Modern (Ivam) han hecho además aflorar fragmentos de cerámica desde el siglo XI hasta el siglo XIX (entre ellos, un trozo de cerámica con las letras "B" y "A" que posiblemente fuera de un utensilio de los niños de la Beneficencia) , así como restos arquitectónicos de los edificios que se construyeron en el espacio que dejó la muralla tras su derribo en el siglo XIX, tales como pavimentos, pilares o muros.

Los restos de cerámica taifa habrían permanecido ocultos en una zona, junto a la calle de Guillem de Castro, que se amuralló por primera vez durante el siglo XIV y que hasta entonces había sido huerta.

Los responsables de la intervención arqueológica y arquitectónica en la muralla junto a la directora y la gerente del IVAM.

Los responsables de la intervención arqueológica y arquitectónica en la muralla junto a la directora y la gerente del IVAM. / Miguel Lorenzo / IVAM

Zona de huerta y vertedero

Los trabajos arqueológicos en la sala Pinazo del Ivam pretenden llenar algunos vacíos de conocimiento en relación con la muralla de València, especialmente del tramo construido en el siglo XIV. Es la primera vez que se lleva a cabo un sondeo arqueológico sobre el lado intramuros de este tramo de muralla cristiana-mudéjar, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). Las únicas investigaciones, que fueron realizadas coincidiendo con la construcción del IVAM en 1985, se llevaron a cabo únicamente de manera parcial y extramuros.

El resultado de las excavaciones arqueológicas actuales permitirá cotejar ambas investigaciones y arrojará luz sobre la muralla defensiva de València, un elemento que persiste tanto en la memoria colectiva como en el subsuelo de la ciudad. Asimismo, el descubrimiento de edificios decimonónicos o sedimentos de la riada pueden confirmar los contextos históricos, completar investigaciones historiográficas y profundizar en el conocimiento de los sistemas de cimentación y las prácticas constructivas empleadas durante el primer gótico civil valenciano.

Rehabilitación integral de la muralla

Los trabajos de intervención, que ha contemplado la rehabilitación integral del tramo de la muralla, son un ambicioso proyecto que tiene como objetivo la consolidación de los restos arqueológicos, la adecuación del espacio de la sala, la mejora del acceso y hacer valer este bien patrimonial. El proyecto ha incluido actuaciones de conservación preventiva y de restauración, así como mejorar las condiciones expositivas. Prevé una inversión de 593.484 euros y un plazo de ejecución de 6 meses.

Muralla medieval en la Sala Pinazo del IVAM.

Muralla medieval en la Sala Pinazo del IVAM. / Miguel Lorenzo / IVAM