El Gescrap Bizkaia ha dado la sorpresa tras derrotar holgadamente (94-81) al todopoderoso CSKA de Moscú encomendado al 'efecto Miribilla', forzando así el cuarto partido tras las dos derrotas encajadas en la capital rusa, en lo que ya supone un auténtico éxito de los bilbaínos, inéditos hasta esta temporada en la máxima competición continental.

En una actuación portentosa de los pupilos de Fotis Katsikaris que fueron creciendo conforme al paso de los minutos, el Gescrap Bizkaia mantiene vivo el sueño del pase a la 'Final Four' tras vapulear al CSKA de Moscú, el conjunto que liderado por Andréi Kirilenko está llamado a alcanzar las más altas cotas deportivas en el Viejo Continente con un equipo del que muchos consideran que sería competitivo en la NBA.

El ímpetu con el que salieron los bilbaínos al parqué se dejó notar para bien y para mal. Para bien porque ofrecieron mejores sensaciones y mayor ambición que los moscovitas, y para mal porque el exceso de empeño hizo que enseguida alcanzaran el cupo de cinco faltas, que castigaron con ocho tiros libres convertidos con un 100% de efectividad. Si bien, los de Katsikaris cerraron el primer acto por delante (25-24), merced a los cinco de ocho triples que firmaron.

Los 'hombres de negro' siguieron acrecentando su diferencia en los diez minutos posteriores hasta los siete puntos (47-40). Marko Banic desde la 'pintura' y Vasileiadis por fuera, rompieron los resortes de la defensa de Jonas Kazlauskas, con 11 puntos cada uno antes del descanso. De hecho, las individualidades bilbaínos no pudieron brillar más, debido al buen hacer de Kristic y especialmente Kirilenko, entonado en todas las facetas del juego, no sólo en la anotación.

El festín ofensivo no se detuvo, puesto que tras la reanudación, Mumbrú y Jackson se sumaron al caudal de puntos generado por sus compañeros en la primera parte, para como venía siendo rutina, distanciarse aún más de los rusos. Tal fue la diferencia entre ambas escuadras que los locales comenzaron el último cuarto con una sorprendente renta de 14 puntos (71-57).

Los malos porcentajes desde la línea de 6.75 de los rusos, con ocho triples convertidos sobre 25 intentos, y las 16 pérdidas de balón fueron una losa insalvable para los de Kazlauskas, que tendrán que rematar la eliminatoria en el cuarto partido si no quieren jugársela a una baza en Moscú ante un equipo llamado para las grandes gestas.