El Valencia, por fin, oficializó el fichaje de Vargas, después de haber cumplido con todos los requisitos que exigía el Nápoles. Al cierre de esta edición el club recibió el OK definitivo y al futbolista se le sacó el viaje para que mañana vea en directo el partido contra el Espanyol. ¿Llegará el segundo delantero que reclamó Pizzi? Rufete no cierra la puerta a que venga otro delantero, pero lo hace más como un deseo que como una intención que pueda cristalizar mañana. Con poco dinero en las arcas del club se van analizar con detalle las opciones «que gustan», pero primero debe haber salidas.

«Veo más difícil la llegada de otro refuerzo, porque también estoy descubriendo virtudes de los jugadores», apuntó el técnico, antes de insistir en que no arroja la toalla, porque si se produjera una salida podría obtenerse el dinero para otra incorporación. Difícil es, basta como ejemplo el tiempo que han necesitado para cerrar la operación con Eduardo Vargas. Lo que ha dilatado su cesión, según informó el Valencia, hasta el 30 de junio de 2014 es una cláusula por la cual debían asegurar al futbolista por un valor de 12 millones de euros. Rufete y el departamento jurídico, en una primera instancia, consideraron que esa valoración realizada por el Nápoles podía ser demasiado alta, de ahí que consultaran tanto a FIFA y UEFA, pero la respuesta „según fuentes del club„ es que esa «tasación» la realiza el club de procedencia. No hay que confundir en ningún momento que los 12 millones de euros es el precio con el que el Nápoles vendería al futbolista en un futuro, ya que en el contrato no se va a incluir finalmente una opción de compra.

Este seguro «aumentará» el precio de la cesión, pero es una exigencia del equipo presidido por Aurelio de Laurentiis y que no debe ser un obstáculo para romper la operación. Como bromea Rufete cada vez que informalmente valora la situación del mercado, con un cheque en blanco podría ir de un lado a otro fichando, pero con el dinero «justo», se mira con todo detalle cualquier euro que sale de la caja del club. Otro argumento que esgrime el Valencia para no estirar el contrato más allá del 30 de junio es la tributación fiscal, un «ahorro» pequeño pero a la vez importante, según aseguran los rectores de la entidad de Mestalla.

Una vez solucionado ese trámite, ya se le ha informado al futbolista que ya tiene su billete para volar hoy a Valencia, que llegará el sábado para ver el partido contra el Espanyol. Y ahora van a centrar todos los esfuerzos en la salida de Pabón, si finalmente se concreta su marcha, el Valencia abriría la puerta a otra incorporación, con el ingrediente añadido que podría ser extracomunitario. Mientras, Pizzi trabajó ayer con Jonas y Alcácer, por las molestias de Postiga.