El Valencia Basket, con la victoria conseguida ante el Barcelona el pasado domingo, hizo olvidar a la afición taronja parte de la decepción que supuso la derrota europea ante el Unicaja. El ala-pívoto del conjunto valenciano Pierre Oriola reconoce en declaraciones a este periódico la importancia de volver a ganar en casa. «Debíamos una victoria así a la afición. Lógicamente no es la misma alegría que la que podría haber supuesto ganar la Eurocup pero nuestra obligación no era otra que pelear por volver a ganar en casa», indica.

La victoria frente a los de Bartzokas, basada en una buena defensa supuso que los de Pedro Martínez dieran un paso más para pelear hasta el final por ganar la liga regular por primera vez en la historia como apunta el interior catalán. «Esperamos ser cabezas de serie ya que estamos en el buen camino y enla dinámica de poder alcanzarlo. No ganar la Eurocup fue un palo grande pero creo que ahora con la victoria frente al Barcelona nos hemos rearmado. Nos espera un final de liga difícil con cinco jornadas solo por disputar pero lo afrontamos con confianza», reconoce.

Para Oriola la clave a partir de ahora es no mirar más allá del siguiente partido y que ahora marca la visita a la cancha del Real betis el próximo sábado. «Ir partido a partido es lo que hemos aplicado durante todo el año tanto en la liga como en la Eurocup y es lo que mejor nos ha ido. Nosotros no nos fijamos retos a largo plazo y nuestra mirada pasa por el partido de la próxima semana en Sevilla y olvidarnos de los retos del playoff o alcanzar la Euroliga que ahora deben estar un poco al margen», apunta.

Dubljevic iguala a Pietrus

El pívot Bojan Dubljevic jugó ayer en la victoria del Valencia Basket frente al FC Barcelona Lassa su partido 254 con el equipo valenciano, lo que le permite igualar a Flo Pietrus en la tercera posición de jugadores extranjeros con más partidos en la historia del club. Sólo dos jugadores no nacidos en España se han puesto la camiseta taronja en más ocasiones que el pívot montenegrino, como son el estadounidense Bernard Hopkins (285) y el ucraniano Serhiy Lishchuk (268).