El espectáculo estuvo en la grada y no en el césped. El miedo a perder deslució el derbi entre el Hércules y Elche, que finalizó con un pobre empate sin goles ante 15.000 espectadores. La ocasión más clara de todo el clásico llegó en el minuto 88 y tuvo color franjiverde, pero el disparo cruzado de Collantes, tras un gran pase largo de Albacar, acabó en el palo y no en la portería para alivio de la parroquia local. El Hércules llegó más veces al área rival, pero sin generar ocasiones de verdadero peligro, una película parecida a la del derbi de Copa. La mejor oportunidad para los blanquiazules fue un disparo de Chechu Flores desde la frontal del área en el 50' que se marchó lamiendo la escuadra. El cuadro alicantino se fue diluyendo con el paso de los minutos debido a la plaga de bajas por lesión que sigue aumentando cada día. Juli se quedó en la grada por unas molestias musculares.