La Caja Mediterráneo, a través de su filial inmobiliaria Mediterranean, se ha lanzado de lleno a la carrera por desprenderse de los activos inmobiliarios acumulados por el desplome del sector de ladrillo. La caja alicantina ha comenzado a ofrecer descuentos de hasta el 50% y ha sacado al mercado más de 5.000 viviendas, para las que promete cubrir hasta el 100% de la financiación. La campaña juega con las palabras "piso" y "visionarios" y acuña el concepto "pisionarios", con el que busca plantear la compra de una vivienda en tiempos de crisis como una oportunidad. La CAM cerró el ejercicio con un descenso de sus beneficios de cerca del 47%, Los responsables de la entidad financiera reconocieron la existencia en sus balances de 2.000 millones de euros de activos inmobiliarios. Para cubrir tanto su depreciación como la creciente morosidad, la CAM destinó el año pasado 1.136 millones de euros a provisiones.

Los expertos ya han avanzado que la acumulación de existencias inmobiliarias van a llevar a la banca a inundar el mercado inmobiliario y a liderar el ajuste de los precios en el sector. La semana pasada fue Bancaja la que lanzó su oferta de hipoteca con tres años de carencia de principal y de intereses, además de las comisiones. La intención de Bancaja es poner en manos de particulares no sólo los inmuebles que se ha quedado como consecuencia de las ejecuciones hipotecarias, sino también los pisos en manos de los promotores a los que financia. Por su parte, los promotores se han comprometido a ofrecer rebajas de hasta el 35% en sus casas. Su intención es vaciar las existencias para poder iniciar nuevos proyectos. Otras entidades como el Santander están condicionando las operaciones de refinanciación a que los promotores vendan lo pisos con rebajas del 20% en el precio.