Suena a clamor que la productividad es uno de los grandes, si no el mayor, problemas de la economía española, porque es un eje fundamental para ser competitivos. Y los datos hablan a las claras del mucho trabajo que hay que realizar para corregir esa carencia. En diciembre de 2006, la productividad media por trabajador en España era de 63.075 dólares, "lo que nos sitúa en un diferencial de unos doce puntos respecto a la Unión Europea de los quince y de 30 puntos respecto a la media norteamericana (70,7%)", pero teniendo en cuenta que el número de horas trabajadas anualmente en España (1.774) es más alto que en la UE-15 (1.611), la diferencia aumenta hasta más de 40 puntos porcentuales (80,3% europeo frente a un 38,4% español)".

Estos datos corresponden a Productividad y relaciones laborales. Estudio sobre la regulación del tiempo de trabajo, un informe elaborado por Fernando Moreno, Javier Molina y Manuel Luque, de Cuatrecasas Gonçalves Pereira y presentado ayer en la sede de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). Su presidente, José Vicente González, dijo que España tiene "las jornadas laborales más largas" pero con una baja productividad y que la solución pasa por "trabajar mejor, producir más y hasta es posible trabajar menos". En este sentido, destacó los cambios que se han producido en la sociedad pero que no han tenido su correlación en el mundo laboral. Así, mencionó que hace 25 años la mujer casi no trabajaba y se hacía cargo del hogar, pero "eso ha cambiado y hay que buscar fórmulas para conciliar la vida familiar y la laboral, lo que es difícil con jornadas de once horas". González criticó que haya hasta tres horas de parada para comer o, incluso, que las televisiones emitan tan tarde sus programas de prime time, por la influencia en los hábitos de la gente.

El informe, que se suma a la propuesta alemana de vincular salarios a la productividad, defiende la flexibilidad y la toma de medidas en materia de tiempo de trabajo, debido a que España "es uno de los países con jornadas más largas pero con menor rendimiento por hora de trabajo", "está a la cola de los países con mayor flexibilidad horaria" y "es el tercer país que menos rendimiento obtiene por hora trabajada". Entre las propuestas de mejora en este campo señala "el cómputo de promedio en horas anuales en períodos más largos, la promoción del trabajo a tiempo parcial, del teletrabajo y del job sharing",un mismo empleo compartido por dos personas.

"Funcionarización"

En relación al vínculo entre salarios y productividad, el estudio precisa que esta cuestión debe abordarse desde una perspectiva poliédrica que incluya aspectos como la cualificación, la organización empresarial, la flexibilidad interna y la regulación normativa, a lo que González añadió que, aunque "lo ideal" sería tender hacia esa fórmula, "hay que ir hacia allí con prudencia, porque primero habrá que ponerse de acuerdo sobre qué es la productividad", ya que no es lo mismo por sectores o por empresas. De lo que se mostró seguro es de que ligar los salarios a la inflación, como sucede ahora, "no es lo más inteligente", porque en la formación de los precios intervienen factores como el petróleo o las materias primas que no son intrínsecos a todas las empresas. En su opinión, es ésta una fórmula que proviene de una etapa de "funcionarización" de la economía, en la que al trabajador "le da igual la empresa siempre y cuando no pierda poder adquisitivo".

En relación con esta propuesta, el informe señala que la vinculación a la productividad puede conseguirse "implementando sistemas de retribución por objetivos o participación en beneficios", con lo que se consigue "motivar al trabajador".