La reestructuración a la que se ha sometido el sistema financiero español ha dejado tras de si miles de despidos, multitud de cierres de oficinas y, en muchos casos, escandalosas pensiones millonarios para los rectores de las entidades. La mayoría de las jubilaciones o de las salidas de los directores generales y presidentes en el sector ha levantado duras críticas por las elevadas cifras que se venían embolsando los directivos. Tan lejos ha llegado la indignación popular que CiU, PP, PSOE y PNV han pactado una moción en la que piden que se paralice el pago de indemnizaciones y pensiones a los directivos de las cajas de ahorro que han sido intervenidas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

En lo que va de crisis económica, una treintena de directivos de las cajas de ahorros españolas se han embolsado más de 150 millones de euros en concepto de indemnización o de jubilación, casi siempre con el visto bueno de sus consejos de administración. Las elevadas cifras que han alcanzado muchos consejeros han obligado a la justicia a tomar cartas en el asunto. La Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción están investigando las denuncias presentadas por colectivos y particulares contra diez cajas de ahorros, además de la nacionalizada Bankia, y sus ex gestores por presunta delincuencia económica. Hace solo unos días, el copresidente de Novacaixagalicia, Julio Fernández Gayoso, presentó su dimisión tras ser admitida una querella contra él y contra otros cuatro ex directivos por supuestos delitos (apropiación indebida y administración desleal) en el cobro de indemnizaciones millonarias.

José Luis Pego

Fue director de Novacaixagalicia durante nueve meses. Entre la indemnización por dejar su puesto y la pensión de jubilación se estima que recibió algo más de 18 millones de euros. La entidad tuvo que ser rescatada por el Banco de España con más de 3.600 millones de euros. Anticorrupción ha presentado ante el Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional la querella contra cinco ex directivos de Novacaixagalicia por las cantidades adjudicadas en concepto de prejubilaciones, «ocultando los importes tanto al consejo de administración como al Banco de España».

José Luis Méndez

El ex director de la entidad gallega durante 29 años cobró por su retiro 16,5 millones de euros por su pensión de jubilación. Tras descontar los impuestos, Méndez recibió 8,5 millones del fondo de pensiones de la entidad, más 2,7 millones en concepto de indemnización por su salida anticipada de la entidad.

Ricard Pagés

El director general de Caixa Penedés (una entidad integrada ahora en Bankia) recibió una pensión de 11 millones de euros después de que se descubriera un agujero en la entidad de más de 900 millones. El Fiscal General del Estado, a través de la oficina de delitos económicos, está coordinando la investigación sobre la pensión de Pagés y otros tres ex directivos de la entidad que también recibieron elevadas cantidades de dinero cuando salieron de la caja catalana.

Manuel Escribano

El director general de Caja Segovia (entidad que también forma parte de Bankia) se jubiló a los 55 años tras acogerse a un plan de jubilaciones que puso en marcha la entidad castellana. Salió de la entidad cobrando seis millones de euros brutos repartidos en diez años. El ex directivo trabajó durante 25 años en la entidad castellana. En su último año antes de la integración, la caja segoviana, una de las más pequeñas de España, tenía más de 100 oficinas y créditos por valor 4.000 millones.

Gregorio Gorriagán

Era el responsable de la sección inmobiliaria de Novacaixagalicia, y antes había ocupado el mismo puesto en Caixa Nova. Recibió 15 millones de indemnización. De esta cantidad, recibió 4,8 millones por su prejubilación y otros 9,2 por su plan de pensiones.

Domingo Parra

Tras 17 años como consejero delegado del Banco de Valencia, Domingo Parra se vio forzado a presentar su dimisión el 7 de octubre de 2011, un mes y medio antes de que el Banco de España interviniera la entidad controlada todos esos años por Bancaja. Recibió como indemnización 7,5 millones de euros.

Matías Amat

Fue el primer director general de Banco Financiero de Ahorros, la matriz de Bankia, desde que esta entidad se fundó en el año 2010. Amat se aprovechó del expediente de regulación de empleo que afectó a 3.500 trabajadores para prejubilarse anticipadamente con 58 años en septiembre del año pasado. Se llevó una pensión de 6,16 millones de euros brutos en concepto de indemnización y pensión.

Roberto López Abad

El antiguo director general de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), una entidad que estuvo a punto de fusionarse con Cajastur, recibió 5,6 millones de la entidad que tuvo que ser rescatada por el Banco de España. La Audiencia Nacional, dentro de la causa que investiga las presuntas irregularidades cometidas en la caja, admitió, el pasado mes de marzo, la personación de unos 300 clientes de la CAM como acusación particular.

Miguel Blesa

Era el presidente de Caja Madrid antes de la llegada del asturiano Rodrigo Rato. Blesa y su equipo se aseguraron durante el tiempo en el que estuvieron en la entidad millonarias pensiones e indemnizaciones al abandonar la entidad. El máximo mandatario de la entidad recibió 2,8 millones. El Estado tuvo que inyectar 23.000 millones de euros públicos para sanear Bankia.

María Dolores Amorós

Sustituyó a López Abad como director general de la CAM Amorós trató de blindarse con una pensión de 369.000 euros anuales por dirigir una banca que estaba intervenida por el Estado.

Francisco Fernández

El ex alcalde de León y ex vicepresidente de Caja de España también consiguió una de las llamadas jubilaciones doradas. Se prejubiló de la entidad con 56 años tras ser incluido en un expediente de regulación de empleo y tras recibir más de medio millón de euros.

Juan Salido Freyre

El ex director general de Cajasol también recibió casi un millón de euros por salir prejubilado de la entidad.