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La Universitat lidera un movimiento contra la conversión de las cajas rurales en bancos

El próximo 9 de mayo aprobará un manifiesto en defensa del futuro de las cooperativas de crédito de la autonomía, en el que participarán representantes de los cuatro grupos parlamentarios

La Universitat lidera un movimiento contra la conversión de las cajas rurales en bancos

La Universitat de València ha organizado para el próximo 9 de mayo una jornada sobre el futuro de las cajas rurales valencianas en el que se aprobará un manifiesto a favor de la independencia y supervivencia de estas entidades y en contra de su proyectada bancarización. La iniciativa está promovida por el decano de la Facultad de Economía, Vicent Soler, y por el director del Institut Universitari d'Economia Social, Cooperativisme i Emprenedoria (Iudescoop), Joan Ramon Sanchis. La jornada contará con la presencia de portavoces de los cuatro partidos con representación en la Corts Valencianes: PP, PSPV, EU y Compromís.

Sanchis explicó ayer a este diario que el proyecto del Ministerio de Economía de reestructurar el sector del cooperativismo de crédito amenaza la existencia de estas entidades debido a que el propósito gubernamental es hacer con ellas como con las cajas de ahorros, es decir, bancarizarlas. En su opinión, esto implica, en la práctica, «la desaparición del sector» y su consumación comportaría serias consecuencias para la economía valenciana, que sigue acaparando a casi la mitad de las rurales existentes en España.

Según el director del Iudescoop, la bancarización «podría condicionar la supervivencia de las cooperativas agrarias, dado que estas sustentan su actividad en la financiación que les facilitan las cajas rurales». Asimismo, la desaparición de estas aumentaría aún más la exclusión financiera que en esta crisis ha crecido considerablemente con la conversión en bancos de las cajas de ahorros, dado que las cooperativas mantienen abiertas oficinas en muchas pequeñas poblaciones donde en ocasiones son las únicas entidades financieras con presencia en las mismas. «También perderíamos una banca de carácter social, dado que el resto a lo que se dedica es a la especulación con la compra de deuda pública», concluye. Sanchis añade que «las presiones, desde Economía y el grupo Cajamar, son muy persistentes para fusionar a todas las rurales en una que sería un banco sociedad anónima».

En la Comunitat Valenciana existen ahora 31 cajas rurales. De ellas, 18 están integradas en el grupo cooperativo Cajamar, con sede en Almería, que en los últimos años ha absorbido a firmas valencianas como Ruralcaja, Caja Campo o Caja Castelló. Cinco pequeñas rurales castellonenses se han asociado a Cajamar en el Banco de Crédito Social Cooperativo, a través del cual esta última se ha posicionado para liderar el sector ante la futura bancarización. Solo ocho rurales de la autonomía, entre ellas Caixa Popular, la Central de Orihuela, Algemesí y L'Alcúdia, siguen plenamente independientes.

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