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Empresarios

Coepa se refugia en el alicantinismo

Los empresarios valencianos interpretan las duras críticas del presidente de la patronal de Alicante, Moisés Giménez, contra el «cap i casal» como un intento de presionar al Consell, alineándose con el PP, para evitar la liquidación de la entidad

Coepa se refugia en el alicantinismo

Estupefactos. Así se han quedado los dirigentes empresariales valencianos tras leer las estruendosas declaraciones del presidente de la patronal alicantina Coepa, Moisés Giménez, directamente conectadas, según vislumbran, con las etapas del alicantinismo. Coepa, que tiene una deuda de 3,9 millones de euros con el Insituto Valenciano de Finanzas (IVF) por un crédito de 2006 para edificar un centro de oficios, ha presentado esta semana el preconcurso de acreedores después de que el IVF reclamara por vía judicial el embargo de todos sus bienes.

La respuesta de Giménez y de la propia Coepa ha sido acusar a la autonómica Cierval de no ayudarle a salir de la crisis y de actuar en connivencia con el Consell. También anunció que creará una patronal paralela en Alicante si acaba desapareciendo y se refugió en lo que una de las fuentes consultadas calificó de «victimismo provinciano» o, dicho de otra forma, vuelta al alicantismo, por sus denuncias de un trato de favor a Feria Valencia en perjuicio de la Institución Ferial Alicantina. «La crisis de Coepa, igual que la de IFA, entra dentro de la estrategia de eliminar provincias», aseguró.

Las manifestaciones de Giménez trascendieron el viernes, el mismo día en que el presidente de la Diputación de Alicante, el popular César Sánchez, pronunció una conferencia en Valencia en la que estuvieron presentes muchos dirigentes empresariales concernidos por esta polémica. La conclusión general fue que ambos compartieron «victimismo» respecto de Valencia. Como afirmaba una de las fuentes consultadas, «al PP de Alicante le viene muy bien» esta estrategia de Coepa, detrás de la cual ven un intento de presionar al Consell para lograr una salida a su difícil situación. En cualquier caso, se trata «del mismo discurso».

Al margen de consideraciones políticas, las críticas de Giménez han dolido a sus colegas de Valencia, porque «han viciado el clima» en un contexto muy complejo en el que tienen que decidir cómo se reparten los 2,6 millones de la ley de participación institucional y se ponen de acuerdo para poner en marcha la largamente demorada reforma de la Cierval. A este respecto, apuntaron que la autonómica, que tiene previsto reunir a su comité ejecutivo el jueves de la semana que viene, está dispuesta a echar una mano, en la medida de sus posibilidades, a Coepa para que resuelva sus problemas. No obstante, las citadas fuentes precisaron que Cierval nunca ha entrado en cuestiones internas de Alicante y siempre ha ayudado a la organización, como prueba el hecho de que esta última lleva cinco años sin pagar sus cuotas, lo que perjudica a Valencia.

Así las cosas, las fuentes consultadas afirman que «aguantaremos» hasta la reunión del día 26 para «debatir en el seno de Cierval y conocer cuál es la realidad de Alicante, porque no nos la han explicado». Pese a esta buena voluntad y a que sus homólogos del sur se «han atrincherado en el alicantinismo», los empresarios valencianos no se resignan a sus objetivos de lograr una mayor integración de la Cierval que pasaría por dar más protagonismo a las sectoriales en detrimento de las provinciales.

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