La Conselleria de Hacienda anunció ayer que prepara la elaboración de una nueva Ley del Juego de la Comunitat Valenciana que eliminará el monopolio de facto de las tres empresas de casinos que operan en la autonomía (Acrismatic, Cirsa y Orenes en las provincias de Alicante, Valencia y Castelló, respectivamente), lo que permitirá la entrada de nuevos operadores en el mercado. Además, el Consell estudia desarrollar el juego on line valenciano.

La secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, aseguró ayer que la nueva legislación del juego sustituirá a la actual, de 1988, que ha sido objeto de numerosas modificaciones y que ha quedado obsoleta en otros aspectos. Ferrando adelantó que, entre los ejes que regirán el texto figura «el equilibrio entre liberalización y regulación responsable, la adaptación a nuevas formas de juego determinadas por la evolución tecnológica, la revisión de los procedimientos y del régimen sancionador, la supresión de rigideces y la experiencia de otras autonomías».

Este novedoso anuncio del Consell se produce tras el fracasado proyecto de hotel-casino en el puerto de Valencia. Se trata del plan anunciado por el grupo de Singapur ARC, que suponía una inversión de 1.000 millones de euros. El inversor denunció «la falta de interés» de las administraciones públicas».

La actual regulación, contenida en el Reglamento de Casinos de Juego, otorga hasta 7 salas apéndice a cada una de las tres empresas de casinos y establece que éstas dispondrán de dos años para responder al requerimiento de la Administración para la apertura de una sala, en el caso de que ésta reciba una oferta en este sentido. De hecho, sobre el papel las adjudicatarias pueden bloquear la entrada de un competidor hasta 14 años. La Generalitat no tiene actualmente propuesta alguna al respecto pero considera que no tiene sentido mantener este tipo de «rigideces», que no existen en el resto de comunidades autónomas y que el anterior Consell del PP fue ampliando a lo largo de los años.