La industria manufacturera española genera más empleo temporal que la hostelería en términos relativos. Durante los tres ejercicios de la recuperación económica, entre 2014 y 2016, la temporalidad en esas ramas del sector secundario creció por encima de la media (un 76 % del trabajo total creado), mientras que en la hostelería fue inferior a la media (un 43 % del total), según el estudio «Características del empleo creado en la recuperación 2014-2016» publicado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

El documento recuerda que durante los años de la crisis, entre 2008 y 2013, en España se destruyeron 3,4 millones de puestos de trabajo, especialmente en la construcción, con 1,7 millones menos. No obstante, desde 2014 se han recuperado 1,2 millones, casi un tercio. En esos tres ejercicios, el empleo ha crecido en todos los sectores económicos, especialmente en los servicios de mercado, que representan el 75 % de todo el empleo generado. El sector terciario, de esta forma, superó en 2016 el máximo alcanzado antes de la crisis, mientras que en la industria y, sobre todo, en la construcción solo se ha recuperado «una mínima parte del empleo destruido». En el caso de la industria se ha recuperado un 18 % del empleo desaparecido durante la recesión, mientras que el porcentaje sube a casi el 50% cuando se analiza la producción, señal inequívoca del incremento en la productividad que se ha producido.

Formación

El informe pone de relieve las diferencias a la hora de encontrar puestos de trabajo según cuál sea la formación de la persona. Así, el 54,5 % de los nuevos ocupados que han encontrado empleo desde el inicio de la recuperación tiene educación terciaria, es decir superior, mientras que solo el 11,3 % de los nuevos empleos ha ido para individuos sin cualificación. Esta estructura «contrasta de forma acusada con la composición de la población activa, ya que casi el 38 % de la misma tiene un nivel de educación inferior a la secundaria completa, lo que pone de manifiesto uno de los rasgos más negativos de nuestro mercado laboral, que es el exceso de oferta de mano de obra no cualificada en relación a la demanda de este tipo de trabajadores por parte del tejido productivo».

Esta sobreabundancia, según el informe, es «una gran dificultad para encontrar empleo para los individuos» con menor cualificación «y una fuerte presión a la baja para sus salarios». Así, el 54 % de los desempleados tiene un nivel de formación inferior a la secundaria. La tasa de paro en este grupo es del 28 %, mientras que entre los activos con nivel de formación medio es del 19,2 % y entre los que han pasado por la enseñanza superior, del 11,7 %.

El estudio de Funcas detalla, por otro lado, la evolución laboral de las diferentes ocupaciones. Así, la categoría que más ha aumentado el número de efectivos ha sido la de técnicos y profesionales científicos e intelectuales, con 256.300 nuevos ocupados en el citado período. En segundo lugar aparecen los trabajadores de hostelería, servicios personales y comercio, con 242.700. Si se suman a estos los empleados de ocupaciones elementales y los operadores de instalaciones y maquinaria, resulta que los empleos de menor cualificación han crecido en casi 550.000 desde el inicio de la recuperación, mientras que las categorías asociadas a un mayor nivel de cualificación han supuesto la creación de 720.000 puestos de trabajo. La categoría de directores y gerentes ha reducido sus efectivos en 52.000 empleos.

Por último, el informe indica que el crecimiento de los puestos de trabajo ha sido algo mayor entre los hombres -un 7,4 %- que entre las mujeres, un colectivo en el que subió un 6,6 %.