El subdirector general de Análisis, Planificación y Coordinación Económica de la Conselleria de Economía de la Generalitat, Vicent Monfort, contrató el año pasado a sus dos jefes superiores en el departamento de Estructura Económica de la Facultad de Economía de la Universitat de València para que realizaran un estudio sobre «El comportamiento reciente del sector exportador de la Comunitat Valenciana». El contrato, por un importe de 19.965 euros (16.500 más 3.465 de IVA), está firmado por Monfort el 1 de junio de 2016.
El dos de mayo, este departamento de la Generalitat había ofrecido la realización de dicho informe a tres universidades: la de València, la Complutense de Madrid y la de Castilla-La Mancha. El mismo 2 de mayo, Rafael Myró, por parte del centro formativo de la capital, declinó la oferta porque «los trabajos que el equipo y yo tenemos entre manos no nos dejan espacio para acometer la investigación que nos propone en el tiempo previsto y con el rigor necesario». Un día más tarde, Carmen Díaz Mora, de la universidad castellano-manchega, siguió los pasos de Myró porque «el plazo de entrega es demasiado corto».
Ese mismo día 3, Salvador Gil Pareja, director del citado departamento en la universidad valenciana, contestó afirmativamente y envió una «oferta-presupuesto» en la que se especificaba el coste del estudio -16.500 euros más IVA-, el plazo de elaboración, que sería de seis meses (o sea, noviembre de 2016, aunque acabó publicándose en enero de 2017) y los autores, que serían el propio Gil y Rafael Llorca, secretario del mismo departamento de la Facultad de Economía en el que Monfort figura como profesor asociado. La Conselleria de Economía aseguró ayer a través de un portavoz que fue el rector de la universitat de València quien comunicó que Llorca y Gil harían el informe, lo que contradice lo que afirma este último en el documento de aceptación de la oferta del 3 de mayo, al que ha tenido acceso este diario. El departamento que dirige el conseller Rafael Climent dice que las otras dos universidades declinaron «la invitación porque no tenían disponibilidad» y, preguntado por el escaso margen temporal para realizar un estudio de 123 páginas, respondió que el período de tiempo entre la realización de la oferta y la admisión de las propuestas «es la habitual en estos casos».
Respecto a por qué encargar un informe sobre una materia en la que la Generalitat tiene personal abundante en varios departamentos, las citadas fuentes explicaron que se trató de una «necesidad manifestada por la Dirección General de Internacionalización» para tener un documento que «pasaría a formar parte del plan estratégico de internacionalización de la Conselleria» y porque esta última «necesita actualizar la evolución de los mercados de exportación de la Comunitat Valenciana». Por último, argumentan la oferta a dos universidades no valencianas «porque cuentan con reconocidos expertos en el ámbito internacional. No necesariamente ha de hacer un estudio una universidad de la Comunitat, porque lo que realmente importa es la metodología y la interpretación de los datos con los que se hace el estudio. Y los datos provienen del Ministerio de Economía».
