Magrit es sinónimo de lujo. La empresa de calzado de Elda que calza a la Reina Letizia y que está centrada en el segmento medio-alto del mercado vende sus productos en Japón, adaptados a la mujer local, con menos tacón que en países europeos. El precio del par de zapatos en Japón ronda los 500 euros, al cambio, según explica José María Amat Mira, director general de la empresa y miembro de la tercera generación de la familia fundadora de Magrit (marca de la empresa Disgramarc).

Amat, que participa en la misión comercial e institucional de la Generalitat en China y Japón durante esta semana, sostiene que hacerse un hueco en el mercado japonés es muy complicado, porque la competencia «es muy grande», pero «hay que estar».

El directivo se muestra satisfecho de la evolución en el país asiático, que absorbe el dos por ciento de sus exportaciones totales. Le gustaría elevar este porcentaje, sobre todo si se eliminan las cuotas a la importación de calzado en el marco del nuevo acuerdo comercial entre Japón y la UE que se está negociando, pero no da cifras objetivo y señala que será un proceso a largo plazo para la firma, que factura 21 millones de euros.

Anecoop

Las dificultades de atacar el mercado japonés son compartidas por el presidente de Anecoop, Alejandro Monzón. La cooperativa de segundo grado únicamente exporta vino valenciano al mercado nipón, sobre todo espumoso. La alimentación es complicadísima de introducir en el país, a pesar de la mayor apertura que se espera tras el acuerdo y los menores aranceles. «Creemos que el caqui valenciano puede tener posibilidades y se está en negociaciones» con el Gobierno nipón, pero la introducción de este producto no será a corto plazo.

Las palabras de Amat y Monzón resumen el sentir de los empresarios valencianos presentes esta semana en Japón, que destacan la importancia de este país, la tercera economía del mundo, pero admiten que es un mercado muy exigente y especialmente más accesible para productos elitistas. La Generalitat comparte esta opinión aunque es algo más optimista. El presidente, Ximo Puiganunció la intención del Consell de multiplicar por cinco las exportaciones valencianas a Japón en 2025. «Tenemos vocación de tener una presencia mucho mayor de la que tenemos hoy en Japón. Debemos equilibrar nuestra balanza comercial, que es deficitaria, pero por la vía de aumentar las exportaciones».