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La etarra Maite Aranalde Ijurco abandonó ayer la cárcel de Soto del Real (Madrid) pasadas las 20,15 horas después de haber abonado la fianza de 12.000 euros que el miércoles le impuso el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.

Aranalde, extraditada por Francia el pasado martes para enjuiciarla por un delito de tenencia de explosivos como miembro de un grupo de apoyo al comando Donosti de ETA, deberá comparecer semanalmente en comisaría y no podrá abandonar el territorio nacional, por lo que el juez le ha retirado el pasaporte.

Pese a estar acusada en España en varios procesos judiciales, la etarra abandonó la prisión ya que Francia de momento sólo ha concedido su extradición por la causa en la que se la imputa el delito de tenencia de explosivos, por la que previsiblemente será absuelta, ya que la Audiencia Nacional declaró inocente en 2007 a un coimputado, Iker Olabarrieta, al que se atribuían los mismos hechos. Esa es la razón por la que Velasco rechazó adoptar contra ella una medida cautelar más contundente como sería la prisión provisional, que sí podría haberse acordado en otra de las causas en las que está imputada -la colocación de varios artefactos explosivos en gasolineras de Madrid en plena operación salida del puente de la Constitución en 2004- de haber llegado la documentación de Francia.

Francia pierde la documentación

Mientras, el Tribunal de Apelación de París, que tramita la Orden Europea de Detención y Entrega (OED) librada por la Audiencia Nacional contra Maite Aranalde no localiza la documentación de esa orden. Así lo informaron ayer fuentes fiscales, que precisaron que la "pérdida" de esos documentos hará que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, Ismael Moreno -que sustituye en vacaciones a su compañero Santiago Pedraz, instructor de la causa- tenga que enviar de nuevo a Francia la OED contra Aranalde

Por otro lado, el juez Moreno prohibió el acto de bienvenida convocado para ayer en Ibarra (Guipúzcoa) a la etarra una vez que saliera de prisión.