Varios dirigentes que conocen bien las interioridades del PP están a la espera de los primeros pasos que dé el nuevo organigrama ideado por la secretaria general, María Dolores de Cospedal, para disipar la curiosidad que les produce, según admiten, el papel de algunas novedades.

Al menos una decena de fuentes consultadas por Efe que prefieren no desvelar sus nombres señalan que la primera impresión que les causó la estructura de la nueva dirección fue de extrañeza, pues contra todas las previsiones vieron que al frente de la Vicesecretaría más relevante de Génova se situaba Carlos Floriano, hasta ayer número dos en las labores de Comunicación.

Con el paso de las horas, el malestar en algunos sectores del PP se hizo palmario, en particular cuando algunas fuentes consultadas comprobaron que casi todo el equipo con el que contó la exvicesecretaria Ana Mato había desaparecido del organigrama. Aguanta Juan Carlos Vera, pero en un cometido menor, dicen.

Para un excargo del PP, las formas tampoco han resultado las más idóneas, sobre todo con la ministra de Sanidad, "una persona que lo ha dado todo por el partido y que merecía un trato mejor". Algunos puntualizan que ha quedado defenestrada quien ha coordinado las campañas electorales más exitosas de la historia del PP.

La Vicesecretaría de Organización, por tanto, queda a la medida de la secretaria general, ya que no sólo ha colocado a Floriano, sino que también ha incluido al presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, al timón del área de Electoral, perteneciente a esta Vicesecretaría.

Una fuente recalca que el funcionamiento de este sector de Génova requerirá más tiempo, pues en su dirección han desembarcado dos cargos sin recorrido sobre el terreno, pero las elecciones andaluzas y asturianas se celebrarán en poco más de un mes y la maquinaria ha de estar perfectamente engrasada.

Se preguntan varios consultados cómo ha llegado Floriano hasta el puesto. Un dirigente consultado indica que durante el último año el nuevo vicesecretario se ha acercado a Cospedal y que ambos almorzaron juntos hace unos tres meses para acordar una ubicación en el nuevo PP.

El extremeño se enteró ayer mismo de la responsabilidad que le caería porque, en esa comida, la secretaria general le prometió "algo", sin más detalles, apostillan las fuentes.

Ha desaparecido de la estructura el área de Comunicación, que se entiende asume el departamento de Prensa según las directrices sólo de Cospedal, erigida a su vez en portavoz de la organización. Si ella no pudiera comparecer ante los medios, lo haría alguno de los que quedan bajo su estela.

Se desconoce, además, si habrá "maitines" los lunes de cada semana y si tales reuniones tendrán lugar en Génova o en el Palacio de La Moncloa.

Fuentes de la Presidencia del Gobierno destacan al respecto que Mariano Rajoy acudirá a la sede del partido cuando la ocasión lo requiera, pero no podrá ser así siempre, por lo que se abren interrogantes sobre cuándo, dónde y quiénes coordinarán la estrategia del partido.

Tampoco queda muy claro qué cometidos van a recaer en Esteban González Pons, vicesecretario de un área creada ex profeso, la de Estudios y Programas, tal y como reconoce una de las fuentes consultadas.

En el PP trabajan mandatarios que creen que el líder del PP andaluz, Javier Arenas, aunque conserva su rango de número tres, ha perdido terreno ante la irrupción de varios cargos de la confianza de Cospedal.

Sigue Juanjo Matarí como secretario ejecutivo de Política Autonómica, pero de la lista de coordinadores se ha caído cualquier dirigente de la órbita del andaluz, a diferencia del espectro más próximo a Cospedal, que representan José Ignacio Echániz y Marisa Soriano. Otras fuentes ven equilibrado el reparto de fuerzas.

En cualquier caso, la secretaria general ha podido enhebrar una dirección como ella quería, lo que prueba, a juicio de un alto cargo del partido y del Gobierno, que se ha convertido en "la ministra número 14" de Rajoy.