La "Nit del foc" duró unos 20 minutos y combinó las nuevas tecnologías digitales con las técnicas tradicionales y la recuperación de algunos productos, como las carcasas de gran potencia. La empresa Caballer, una de las firmas míticas de la pirotecnia valenciana, realizó este disparo, el más esperado de las fiestas falleras, y que este año contó con unos dos mil kilos de masa explosiva.

En la nit del foc que preparó Caballer predominó una gama de colores primaverales y juveniles como el fucsia, el rojo, el magenta, el cian y el agua. Con un coste de 40.000 euros, en el disparo se utilizaron ocho ordenadores (cuatro de ellos de repuesto) y dieciséis consolas, a través de las cuales se canalizaron 2.500 órdenes de disparo por radio y pulsaciones por cable a través de un sistema de alta fiabilidad denominado EFISY.