El monumento de Julio Monterrubio, con elementos tradicionales, colores pastel y líneas redondeadas, combina lo que es habitual en las fallas infantiles con originales añadidos, como la base de toda la composición „una paella„, lo que ha llamado la atención del jurado y ha sido premiado. «Intento añadir siempre algo que salte a la vista y destaque», explica el artista.