El Centro de Mediación del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia ha logrado un acuerdo satisfactorio entre la Falla Carteros-Litógrafo Pascual y Abad-Cruce Primero de Mayo y un vecino que denunciaba los ruidos ocasionados por la comisión.

Las partes en conflicto acudieron al Centro de Mediación y, tras un proceso de mediación de seis sesiones, han logrado un acuerdo que pone fin al conflicto, del que no han querido dar más detalles por haber suscrito un acuerdo de confidencialidad.

Según ha indicado a Europa Press el presidente de la falla, José Miguel Arnedo, la comisión se mudó a su local actual hace un año y un vecino del inmueble, con una niña enferma de cáncer, denunció los supuestos ruidos que la comisión efectuaba en el casal.

Desde la falla invirtieron, aunque no tenían la obligación legal para hacerlo dado el tipo de local festero, unos 7.000 euros en insonorizar poco a poco el recinto, dado que se trata de una comisión "humilde y con un presupuesto ajustado" y ya comunicaron al vecino afectado que irían "paso a paso".

Ante la falta de acuerdo, el Centro de Mediación del Colegio de Aparejadores ofreció sus servicios para intentar conseguir una solución beneficiosa para ambas partes. "Estamos las dos partes contentas", ha indicado Arnedo, que ha agradecido a este organismo su apoyo y ha invitado al resto de comisiones a hacer uso de él si se enfrentan a una situación similar.

A su juicio, "es posible llegar a un acuerdo" si "se da un poco de cada uno" y ha defendido que las fallas "no son discotecas", sino un lugar de reunión en el que los falleros "juegan partidas" y celebran sus reuniones.

"No somos ningún demonio", ha incidido el presidente, que ha recordado también que su comisión ha realizado distintos actos solidarios y no ha tenido ninguna queja por parte de ningún otro vecino.