Cinco equipos dirigidos por inspectores farmacéuticos realizan desde principios de marzo el control sanitario de los 159 puestos de venta de masas fritas instalados en las calles de Valencia con motivo de las fiestas falleras. Otros siete equipos, con inspectores veterinarios al frente, revisarán los 50 mercadillos extraordinarios que se habilitarán en la vía pública a partir del próximo fin de semana. Estas inspecciones y otras actuaciones, como la instalación de 241 urinarios en las zonas de mayor afluencia de público, se enmarcan en el dispositivo de Fallas diseñado por la Concejalía de Sanidad para garantizar las condiciones sanitarias y los derechos de los consumidores.

La concejala de Sanidad y Salud, Maite Girau, presentó ayer este operativo especial que ya ha realizado 198 inspecciones en los puestos de venta de churros y buñuelos, que los profesionales sanitarios han visitado en horario matutino, vespertino y nocturno para comprobar desde el estado de las instalaciones, de la materia prima y el producto elaborado hasta las prácticas de manipulación. Durante estas inspecciones ya se han realizado 80 revisiones del aceite de la fritura.

Por lo que respecta a los puestos de venta de alimentos, Maite Girau ha informado que este año se han autorizado 50 mercadillos en los que los servicios municipales también controlarán que se cumple la normativa del bando de Fallas y el cumplimiento del protocolo que garantice la seguridad sanitaria de la ciudadanía.

Por otra parte, la concejala destacó el incremento del número de urinarios que durante las próximas fiestas van a dar servicio a la ciudadanía. «Se instalarán 26 aseos más que el año pasado y además se limpiarán con mayor frecuencia», concretó Maite Girau tras explicar que, en total, se habilitarán 216 aseos básicos y otros 25 para personas con discapacidad funcional, en lugares que han sido consensuados con los Comerciantes del Centro Histórico, la Federación de Asociaciones de Vecinos y el Servicio de Fiestas y Cultura Popular.