Sombrero, camisa estampada, bermudas de color rosa, un arete en la nariz (curiosamente, igual que el artista infantil, Miguel Hernández) y una careta con la forma de una res, procedente de la exposición «El Jardín del Kaos» que presentó ayer en Fuenlabrada.. Oscar San Miguel Erice, Okuda, afronta una de las obras más especiales de su carrera por enfrentarse a, seguramente, uno de los públicos más exigentes. «Tengo ganas e ilusión y estoy preparado para las críticas, sean como sean. El arte es universal y lo primero que tiene que suscitar es un sentimiento». Es, lógicamente, su primera incursión en el arte efímero y aseguraba que «a partir de ahora voy a empezar a l extenderlo entre mis colegas y estoy convencido de que esto va a hacer que muchos de ellos conozcan ahora lo que son las fallas y, por qué no, venir a verlas».

Y José Latorre incidía en la importancia de su presencia. «Hemos trabajado ya con otros diseñadores. No pasa nada, absolutamente. Tanto en fallas como en otros trabajos profesionales». Y aseguró que «fue muy sencillo: lo tenía seguido desde hace tiempo y, llegado el momento, le llamé por teléfono y le ofrecí la posibilidad de trabajar juntos». «Es un proyecto que transmite armonía, bien puesto, y que es factible. Que una persona de su categoría venga a hacer falla es muy importante». Será la única falla que plantarán este año y el trabajo de la 3D ya ha empezado.