Esther Mata ya sabe de qué va la aventura en la que se ha embarcado. Lo tiene fresco en la memoria porque se enfrentó a las mismas o parecidas pruebas y sensaciones hace apenas 24 meses. Fue una de las aspirantes a la corte de 2016, la que firmaron Alicia Moreno y su corte. Y repite porque «no veo riesgos. Lo que veo es otra oportunidad. El no ya lo tengo. Pero ¿y si es que sí?». Su nueva candidatura es el resultado de repetir en el trono de Quart-Palomar. «He sido fallera mayor infantil en 1998, mayor en 2015 y ahora en 2017. Repetí porque tenía ilusión y porque no había nadie y sí que había infantil. Me preguntaron si quería... y sabían perfectamente que iba a decir que sí». ¿Una clonación del reinado? «Para nada. Lo cambia todo menos la ilusión y la dedicación, que es la misma. No me arrepiento de nada. Más aún, volvería a ser. He sido muy feliz y las experiencias han sido nuevas porque también depende de las personas con las que lo compartes. He convivido con nuevas falleras del sector, de la Agrupación, de la Federación de Primera A... las cosas acaban por ser distintas y fantásticas». Su vida y su historia está ligada a Quart-Palomar. «Tanto, como que mis abuelos son del barrio. De las calles Quart y Teixidors. Soy fallera desde antes de nacer». Abuelos, padres, hermano... «somos "los Marcos", especialmente mi abuelo, Manuel Marcos. Oirle habla de Fallas es enamorarte de València, de la fiesta y de sus tradiciones». Una pasión por el barrio que también duplica perteneciendo «a las fiestas del Beato Gaspar Bono». A todo esto, con 27 años hay que ganarse el pan y los trajes. «Estudié ADE y trabajo en una oficina de seguros médicos de Sanitas; es el negocio familiar». Y no escatima esfuerzos: lleva la contabilidad y es jefa de grupo de un grupo de comerciales. Un trabajo con exigencia de objetivos. «Yo también he sido comercial y sé lo difícil que es tratar y convencer a los clientes. Hay que ser cercano, amable, empático...» . Características que a ella misma le harán falta ante siete posibles «clientes». Si lo consigue ella, la candidata infantil, o las dos, será la décima (o undécima) vez que Quart-Palomar tiene una representante entre las mejores. Para estar en un verdadero «top».