Aunque han pasado siete meses desde su regreso a la normalidad, Raquel Alario y Clara Parejo siguen teniendo compromisos en su condición de falleras mayores de València. Y ayer, por ejemplo, estuvieron en un acto de la Fiesta de los Niños de la Calle San Vicente; pero previamente protagonizaron un ritual muy especial: fueron convocados por la Junta Central Fallera para proceder a colgar los cuadros con sus fotografías en la sala de falleras mayores, el particular "Salón de la Fama" de la fiesta.

Hace casi un año, Raquel pasó a formar parte del Museo Fallero con un retrato realizado a partir de su foto oficial y ahora, ambas quedan incorporadas en la habitación donde están las fotografías de todas sus antecesoras. Un espacio que nunca ha formado parte del Museo Fallero y que se utiliza como sala para ensayos y reuniones, pero que alberga en sus paredes las imágenes de todas las que han representado a la fiesta. Algunas de las imágenes requieren una restauración o sustitución por una copia, puesto que, cuando se decidió acondicionar esta sala no se cayó en la cuenta de que el sol pasa durante unos minutos todos los días por una zona muy determinada de la pared, y con el paso de las décadas ha ido clareando unas fotografías muy determinadas. En la sede fallera fueron recibidas por el presidente Pere Fuset y el secretario Ramón Estellés. No se trató de un acto público propiamente dicho, sino de una ceremonia íntima.

El año después del nombramiento no es de desconexión absoluta para ambas. Sin ir más lejos, Raquel asistirá el sábado a su acto nombramiento como padrina de la Entrada Mora y Cristiana de la Ciudad de València (un acto en el que, aún se llevará a cabo el acto de despedida a su antecesora, Alicia Moreno, quien por consiguiente sigue teniendo actos un año y medio después de acabar su reinado).

ESO y Biomecánica

Aunque se las pudo ver hace dos fines de semana en las procesiones de San Vicente Ferrer, el regreso de ambas sirvió para saber también qué es de sus vidas. Clara está lidiando con su estreno en la ESO, aunque si por algo llamaba la atención es por el "estirón" en altura que ha dado. Raquel acaba de renovar por un año su contrato como investigadora en el Instituto de Biomecánica de València, al que se incorporó nada más acabar el reinado.