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Los niños de Meliana reviven a Sorolla

Alumnos de 3º del CEIP El Crist reproducen en vivo y en la playa varios cuadros del pintor valenciano que han estudiado a lo largo de este curso

durante toda la mañana de ayer profesores, alumnos y padres del colegio El Crist convirtieron la playa de Meliana en un cuadro de Sorolla.Amelia, de 9 años y Nerea, de 8, reprodujeron «Paseo a orillas del mar». f agus jorge Una madre da los últimos toques a los vestidos que visten Lucía, Irene y Estela para revivir, con la ayuda de un bebé, «Pescadoras valencianas». f v. c. m. Los alumnos de 8 y 9 años esperaban su turno para convertirse en cuadro bajo los toldos situados en el arenal. f agus jorge El fotógrafo Juan Vicente Domínguez y su equipo buscan el ángulo exacto para reproducir uno de los cuadros de Sorolla. f agus jorge El ayudante del fotógrafa estudia «El baño del caballo» para su representación. f v. c. m. Un grupo de niñas descansa durante la sesión. f a. jorge

La playa de Meliana parecía ayer el escenario de una pintura de Sorolla. De hecho, lo era. Una veintena de niños de entre 8 y 9 años, alumnos del colegio El Crist de Meliana, paseaba por la orilla vestidos completamente de blanco, se protegían del sol con grandes pamelas, mojaban sus pies en la orilla o refrescaban el lomo de un caballo blanco. Un viaje casi perfecto a los inicios del siglo XX sino fuera por la moderna cámara del fotógrafo Juan Vicente Domínguez y el reloj digital rosa de una de las niñas que obligó a repetir la «humanización» de «Pescadoras valencianas», el cuadro que el artista valenciano pintó en 1915.

De hecho, lo que hicieron ayer los alumnos de 3ª del CEIP El Crist fue eso, humanizar la obra de Sorolla, humanizarla en el sentido de ellos mismos reproducían el contenido las pinturas «marineras» de la forma más fiel posible aprovechando el paisaje costero de Meliana. Se trata de la actividad final del área de Educación Artística que imparte Mª Dolores Cebrián, empeñada en transmitirles el arte de Sorolla como parte imprescindible de la cultura valenciana y su amor por el mar, además de las nociones pictóricas más elementales y el contexto social en el que el pintor desarrolló su trabajo.

Y parece que lo ha conseguido. Lucía, Irene y Estela, protagonistas junto a un bebé de dos meses de «Pescadoras valencianas» hablaban ayer con entusiasmo del color del mar y definían la técnica impresionista de Sorolla como «dibujos hechos a pequeñas pinceladas». Amalia y Nerea se sienten como actrices ya que están a punto de representar a una de las hijas del pintor, María, y a su amiga, protagonistas de «Paseo a orillas del mar». Mientras tanto Toni se despide de «Juantrango», el rocín blanco con el que se acaba de mojar reviviendo «El baño del caballo».

Mario, que junto a Pablo y Álvaro reproducirá «Niños en la playa», justificaba su elección por esta obra (cada alumno ha elegido representar su cuadro preferido) en la que tres niños en pelota juegan sobre la orilla, porque «es un homenaje al nudismo». «Creo que si hubiera conocido a Sorolla me hubiera caído bien. Era de Valencia y hacía cuadros muy bonitos», razona uno de sus compañeros de lienzo.

Son las mismas razones por las que Víctor se ha pegado una barba postiza en la cara y espera pacientemente su turno para reproducir el «Autorretrato». Junto a él, Sergi, Joan, Marcos y Eric, protagonistas de «Niños buscando conchas», devoran sendos bocadillos de atún que les acaban de dar sus madres, que no sólo miran embobaditas a sus hijos sino que se han encargado de copiar y confeccionar los vestidos de época de los personajes de Sorolla. Una de estas madres, Merche, cree que «lo que está haciendo Mª Dolores con los niños debería hacerse en todos los colegios. Han aprendido y han desarrollado una sensibilidad por la pintura impresionante casi sin darse cuenta».

La tutora recorre incansable la playa, dando indicaciones como si estuviera dirigiendo una película. «Lo de hoy en la culminación de un trabajo de motivación constante en el que no sólo han trabajado los niños, sino también sus familias y los otros profesores».

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