La Plataforma pel Comerç Valencià, que aglutina a más de 50 asociaciones comerciales de la Comunitat Valenciana, solicitó ayer formalmente a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y al presidente del Consell, Alberto Fabra, que deroguen la normativa que permite la apertura dominical en la ciudad. Según los comerciantes, es esta libertad de horarios comerciales que se aplica en el «Cap i Casal» desde principios de 2013 la que ha provocado la situación de «enfrentamiento, desigualdad y desequilibrio» entre las grandes superficies asentadas en la provincia.

Asimismo, defiende que la apertura dominical «es inasumible para aquellas grandes superficies de fuera de la ciudad» y que «abrir todos los centros comerciales es una sentencia de muerte» para el pequeño y mediano establecimiento. Por eso, les piden que tomen «la decisión más sensata» que, a su juicio, pasa por «rectificar y corregir un despropósito», al tiempo que los emplazan a «una reunión urgente» a fin de exponerles la situación que vive en el comercio valenciano y conseguir «la salvaguarda de miles de puestos de trabajo de familias que no tienen otro sustento que sus empleos en los comercios». Esa petición es, tan sólo, una de las medidas aprobadas esta semana por la Plataforma. m. vázquez valencia