El carpetazo definitivo del PAI Gran Manises, un plan urbanístico sobre más de 1,4 millones de metros cuadrados, va a permitir «un desarrollo más sostenible» del municipio y que «posibilitará dar mejores servicios a nuestra ciudadanía», según asegura el alcalde manisero Jesús Borràs. El Consell ratificó la pasada semana la decisión de la Comisión Territorial de Urbanismo de Valencia que supone la paralización definitiva de, entre otros, el PAI de Gran Manises en el que participaba el empresario alicantino Enrique Ortiz asociado a lnstituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa), ahora EIGE.

Borràs apunta que aquel proyecto urbanístico supuso la reclasificación de 1,4 millones de metro cuadrados de suelo no urbanizable «con diferentes grados de protección en el PGOU vigente, que destruiría muchos elementos patrimoniales y paisajísticos» en un plan que «no respondía a la demanda real cuantificada de vivienda, ni la en torno a la Comarca de l'Horta ni mucho menos a la demanda de Manises».

El alcalde sostiene que era un PAI que «rechazamos cuando se inició en 2005 y estábamos en la oposición» ya que «vulneraba de una sola actuación toda la planificación consensuada en el Plan General y duplicaba el parque de viviendas de Manises, con el añadido de no contar con las preceptivas previsiones debidamente contrastadas ni posteriormente aprobadas de suministro de agua, conexiones por carretera, afecciones aeroportuarias o de zonas inundables». En este sentido, recuerda que Gran Manises «fue contestado por buena parte de la opinión pública manisera y se le presentaron una infinidad de alegaciones».

«La Ruina total del pueblo»

Ha pasado poco más de una década desde el inicio del macroplan urbanístico y «en el caso de que todo hubiera ido con la rapidez prevista, los más de 1,4 millones de metros cuadrados de Gran Manises estarían ahora urbanizados: calles, semáforos, parques, jardines, alumbramiento...» y que se hubieran entregado al ayuntamiento para que «entre todos los maniseros nos hiciéramos cargo del mantenimiento imposible de un gran espacio urbanizado y sin construir» algo que Jesús Borràs califica como la «ruina total del pueblo». Ahora, el alcalde valora «muy positivamente la paralización» del PAI que evita «un crecimiento tan exagerado» y que posibilitará «un desarrollo sostenible y dar mejores servicios a nuestra ciudadanía».