Los consistorios de l'Horta están revisando las ordenanzas municipales para 2018 y algunos de ellos han aprobado rebajas o congelación del IBI y otros tributos.

De este modo, el Ayuntamiento de Albal ha cancelado cuatro préstamos y ha pagado los últimos 2,5 millones de euros pendientes por lo que suprime toda su deuda, que en 2012 era de 8,8 millones.Gracias a esta nueva situación el consistorio tendrá en 2018 menos gastos financieros, más liquidez y la posibilidad de acometer nuevas inversiones. Los responsables de los servicios económicos remarcan además que se ha conseguido sin que afecte al pago de proveedores ni a la liquidez de las cuentas municipales.

Según el alcalde Ramón Marí, «gracias al esfuerzo colectivo y el trabajo hecho con rigor, prudencia y responsabilidad» de los técnicos, se ha llegado a una situación que permite afrontar proyectos como la estación de tren de cercanías o el cambio de alumbrado público. Además, para 2018 habrá una nueva congelación de los impuestos y tasas.

En Quart, el pleno ha aprobado más de 50 beneficios fiscales, entre exenciones y bonificaciones en impuestos y tasas. Asimismo, todas las obligaciones fiscales, incluido el IBI, quedan congeladas. Entre las novedades destaca la bonificación en el IBI de un 60% para viviendas de alquiler social, gestionadas por entidades de titularidad pública. Se unen a las dirigidas a familias numerosas, viviendas de protección oficial o por instalación de sistemas de aprovechamiento térmico o eléctrico de energía solar. En el Impuesto sobre el Incremento del Valor de Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía) se establece una bonificación de hasta el 60% y el 20% cuando se trate de herencias de vivienda habitual a favor de ascendientes, descendientes y cónyuges/pareja de hecho, evitando que se renuncie al bien por ser demasiado costoso. Finalmente, en el Impuesto de Vehículos , se establece una bonificación del 75% de la cuota para eléctricos o que utilicen exclusivamente combustibles no contaminantes.

Por su parte, el PP de Quart cree que «se ha perdido una vez más (y van varios años), la oportunidad de reducir la presión fiscal que soportan los vecinos», además de criticar que se hayan rechazado muchas de sus propuestas.

Rebajas de los coeficientes

En Picassent, la modificación del IBI consiste en una bajada del gravamen municipal (potestad de la administración local) que pasa del 0,73 al 0,71, lo cual supone una rebaja, por tercer año consecutivo de un 8 % desde 2014. Un recibo mediano (240-250 euros ) disminuirá entre 9 y 11 euros, es decir, un 2,7%. Esta propuesta planteada por el gobierno socialista de Picassent fue aprobada por unanimidad de todas las fuerzas.

En Meliana, el pleno aprobó una rebaja del IBI al disminuir el coeficiente del 0,71 % al 0,69 %, la reducción supondrá dejar de ingresar 60.000 euros, en la línea de las reducciones anteriores.

Además, se aprobaron deducciones para los vados, en dos supuestos. Por un lado, se beneficiarán los vehículos industriales. Por otro, en las calles del mercado municipal se aplica una pequeña bonificación. Además, habrá una bonificación del 75% en el IBI rústico para los campos en activo.