El exconcejal del PP Vicente Chelet se ha pillado los dedos en la puerta giratoria. Ahora que está fuera del ayuntamiento, debía volver a ejercer su actividad profesional de siempre, la abogacía. Pero al exedil, que acumuló poder en el último tramo del pasado mandato (fue responsable de Hacienda y Urbanismo, así como portavoz del PP y del gobierno local), se ve que sólo le salen faenas para empresas que tienen alguna vinculación con el consistorio. Al menos eso es lo que él sostiene.
En un escrito presentado en el ayuntamiento el pasado 26 de julio, reclamaba una pensión indemnizatoria por las limitaciones que ahora que ha vuelto a la actividad privada le pone la ley de incompatibilidades. Incidía en que las contratas municipales y las empresas que tienen algún tipo de relación con el ayuntamiento no pueden contratar sus servicios de letrado. El exedil viene a decir que se pasa los días mano sobre mano. Y echa de menos la dedicación exclusiva de algo más de 42.000 euros al año que percibía del ayuntamiento.
En ese escrito, reclamaba cobrar una pensión indemnizatoria equivalente al 80 % del sueldo de dos años, es decir, unos 70.000 euros en total.Dos días después, presentó otro escrito con su baja censal. Se borraba de abogado.
La reclamación llegó ayer al pleno. El nuevo gobierno del PSPV y Compromís, así como Centre Unificat, Ciudadanos y Canviem entre tots, votaron en contra. Los ediles del PP, entre ellos la exalcaldesa Ana Kringe, quien hizo de Chelet su mano derecha, también rechazaron que se abonara la indemnización.
El portavoz de Ciudadanos, Sergio Benito, pidió que se estudiase si el exconcejal había incurrido en alguna responsabilidad al pedir seguir cobrando cuando ya estaba fuera del ayuntamiento. Un informe del secretario desvelaba, además, que Chelet, en el último mandato, fue concejal con dedicación exclusiva y siguió dado de alta en el colegio de abogados para ejercer el turno de oficio. El alcalde, Vicent Grimalt, convino que debía investigarse si el entonces edil del PP pudo incurrir en incompatibilidad. Total que, como se suele decir, el exconcejal popular fue a por lana y salió trasquilado.
