Para los ladrones no hay lugares sagrados. La pasada semana asaltaron la iglesia de l'Assumpció de Dénia y saquearon los lampararios y se llevaron el dinero de los tiques de la «cena del hambre» que organiza Manos Unidas. Entre los donativos de las velas y la recaudación de la venta de tiques, no sacaron un gran botín. De ahí que decidieran robar también el ordenador del despacho del párroco y el de la sacristía. Los ladrones hicieron un estropicio para colarse por la puerta de atrás en el templo. Forzaron rejas y puertas y ventanas. Antes saltaron el muro que separa el ábside de la iglesia de la plaza del Consell. El robo tuvo lugar en la madrugada del pasado martes al miércoles.