El pleno de Sagunt celebrado ayer dejó de lado el espíritu navideño desde el primer momento, ya que el alcalde, Quico Fernández, dio por iniciada la sesión cuando apenas se habían cumplido las 9 horas y no habían tomado asiento muchos concejales del PP, EU y PSPV. Los primeros fueron quienes mostraron vehementemente sus quejas, especialmente Sergio Muniesa y Concha Peláez, quienes acusaron al nacionalista de faltarles al respeto, por elegir precisamente este pleno para ser puntual, cuando raramente las sesiones en este mandato comienzan exactamente a su hora.

Fernández empezó por justificar de forma sosegada que cinco minutos antes había avisado de que se empezaría puntual, pero fue elevando el tono a medida que recibía los reproches de los populares. «Están dando un espectáculo increíble e improcedente, que les descalifica», les espetó, mientras los ediles de la oposición le invitaban a expulsarles, como ya ocurrió hace unos meses en otra sesión plenaria cargada de tensión.

Tras normalizarse el ambiente, los reproches volvieron cuando Peláez tomó la palabra en el turno de ruegos y preguntas y el alcalde lamentó que los populares «se están pasando».