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Sagunt ordena el derribo de una histórica discoteca abandonada

El consistorio también estudia hacerlo con un restaurante que arrastra décadas de quejas vecinales

Sagunt ordena el derribo de una histórica discoteca abandonada

La histórica discoteca Nassau, situada entre Sagunt y el Port, que fue punto de encuentro de varias generaciones de jóvenes de la comarca antes de su abandono y posterior deterioro tiene los días contados. Y es que una reciente visita a la zona permitió comprobar al concejal de Urbanismo, Pablo Abelleira, que «el edificio está en muy malas condiciones y es peligroso, especialmente después de que robaran la puerta de acceso, así que una inspección técnica corroboró la declaración de ruina».

El primer paso del ayuntamiento fue cerrar los accesos al edificio, que se extiende sobre una parcela de 1.200 m2, y requerir a su propietario la demolición, presupuestada en 75.000 euros, según informe el edil de ADN Morvedre. El plazo para llevar a cabo la actuación es de un mes, tiempo que, una vez superado, permitiría al ayuntamiento proceder a la demolición y posteriormente cobrárselo al dueño.

En coincidencia con esta declaración de ruina, una portal digital dedicado al mercado inmobiliario ha anunciado la puesta a la venta de esta parcela, cuyo uso es hotelero y de ocio, y está rodeado por unos terrenos calificados como zona verde. El precio por el que se ofrece este solar es de 750.000 euros.

Sol de España

Pero este no es el único abandono histórico al que el Ayuntamiento de Sagunt pretende poner fin. Otro caso que arrastra incluso más y está plagado de quejas vecinales es el antiguo restaurante Sol de España en Corinto. En este caso, el concejal de Urbanismo, ha ordenado una inspección con la idea de derribar la estructura y eliminar este foco de molestias, en el que las pocas actuaciones municipales no han erradicado los problemas que provoca.

La lucha contra la situación de este inmueble la lidera Raimundo Giménez, vecino que acumula decenas de escritos al consistorio. Su última queja se remonta a hace un año, cuando calificaba de «vertedero» este espacio de unos 1.500 m2, que supone «una vergüenza para la playa de Almardà y el municipio de Sagunto, que espanta al turismo, nos clasifica como sucios y es un punto de reunión peligroso para la chiquillada».

Abelleira reconoce que hay dictada una orden de limpieza y vallado del solar, aunque, tras conocer las quejas de los vecinos, ha planeado una visita técnica para estudiar la demolición de edificios, que en otras ocasiones se descartó porque la estructura no sufría daños graves

Esta opinión contrasta con la de los residentes en la zona, que en 2009 ya denunciaban que el antiguo restaurante estaba «saqueado, roto, lleno de maleza y ratas». También lamentaban la presencia de okupas y consideraban ya por aquel entonces que era «inadmisible que nadie se ocupe de este tema». Señalaban de igual modo que «la construcción está a punto de caerse», así que exigían que se tomaran medidas «antes de que ocurra algo que nadie quiere».

En sucesivos años, las quejas se centraban en que el antiguo Sol de España «se ha convertido en una guarida de cosas indeseables, a la que los niños tienen acceso porque las vallas están rotas». Estos avisos no se han limitado a lo largo de estos años al departamento municipal de Sanidad, sino que también se han dirigido a la Guardia Civil y las policías tanto nacional como local, pero la respuesta siempre ha sido «la pasividad».

El «foco de infecciones» o el «espacio ruinoso» en que se ha convertido este solar llega incluso a plantear por parte de Giménez, que firma uno de sus escritos como un vecino «preocupado y cabreado», las repercusiones para que Almardà sea considerado un destino turístico de primer nivel.

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