La publicitada y cacareada nueva asignatura de Cultura Valenciana „otro invento de este Consell para demostrar su patrioterismo más rancio„ ha devenido en un catálogo de carencias que deja el propósito inicial en pura charlotada: ni la paella, ni la «pilota valenciana» ni la «muixeranga», que se haya detectado por el momento, figuran en el programa. Y si las tres no forman parte del más estricto acervo cultural valenciano, ya me contarán ustedes. Llevar al extremo posiciones ideológicas al margen de la racionalidad puede terminar en el ridículo. Como pretender proteger los «símbolos» autóctonos mediante ley, cuando dicha norma ya existe de antemano y se ha demostrado fehacientemente inútil. Intentar tapar la falta de ideas y los problemas de gestión con ocurrencias de este tipo tiene sus riesgos. Y a la vista están.
