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Julio Monreal

Lo de Cortes va para largo

Poco para lo que podía haber pasado. El deslizamiento de la ladera de una montaña en Cortes de Pallás, que ha inutilizado la carretera de acceso al pueblo puede que durante meses y que ha provocado la suspensión de la actividad de la central hidroeléctrica de la Muela, dejará una larga lista de incomodidades para los residentes de la zona y una factura económica que se presume cuantiosa aunque sea pronto para empezar a emitirla. Los accesos al municipio se resolverán con el adecentamiento de pistas hacia Jarafuel y Millares; los estudiantes de secundaria que iban a Buñol no podrán regresar a casa y pernoctarán en Cheste y, en general, todo vecino que tenga posibilidad de abandonar Cortes lo hará mientras se mantenga esta situación.

Una mención singular merece la central hidroeléctrica. Por fortuna, la grandilocuencia de los momentos inaugurales resultó exagerada y el papel imprescindible que en octubre de 2013, ante Felipe de Borbón, se otorgaba a la instalación en la regulación energética española se va pudiendo capear con el recinto desconectado. Es de agradecer que la propietaria del complejo, Iberdrola, haya decidido dar prioridad a la seguridad y esté dispuesta a mantener apagada la central hasta que se despejen las dudas de estabilidad del terreno. No hay que olvidar que en lo alto de la misma ladera que se ha deslizado está el embalse de más de 20 hectómetros cúbicos que se vacía por grandes tubos hacia el pantano en el que han caído los derrumbes generando la energía en su bajada; ni tampoco que para reducir el impacto ambiental, las más de 20 conducciones que comunican los dos embalses y las bombas que intercambian sus aguas están dentro de la montaña cuya estabilidad se ve ahora comprometida. Más de 1.200 millones de euros ha invertido la eléctrica en los últimos siete años en el complejo que ahora es el blanco de todas las miradas, sobre todo de quienes en el pueblo dan por sentado que la gigantesca obra y las vibraciones que produce el movimiento del agua están tras el suceso.

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