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90-10 y la credibilidad del Consell

Sin ningún informe contable conocido, la Conselleria de Hacienda ha puesto en circulación mediática que el 90% de la actual deuda de la Generalitat Valenciana (GV) es debida a los distintos modelos de financiación alumbrados en el Reino de España en los tres lustros que llevamos organizados en Comunidades Autónomas, y solamente un escaso 10% sería achacable al saqueo ocurrido en esta tierra. El mensaje que se da a los valencianos es que los grandes responsables de la actual situación financiera son unos perversos modelos de financiación orillando que fueron pactados con otras CC AA y con distintos gobiernos centrales.

No son tiempos para abusar de la crítica, pero si para pedir rigor a la hora de interpretar nuestra contabilidad histórica. Tanto convence al Consell el argumento del 90-10 que la vicepresidenta Oltra quiere convertir la procesión cívica del Nou d´Octubre en una manifestación contra el tal modelo. La estrategia política basa en atribuirle todos los males que se ha encontrado al llegar al poder. Han triunfado las indicaciones procedentes de entornos académicos cuyas publicaciones justifican esta distribución de culpas a la hora de responsabilizar por la deuda (para referir sólo libros, valga el reciente La financiación valenciana. De la sumisión al cambio necesario de V. Cucarella). Son textos que han decidido quitar peso y responsabilidad a todo lo ocurrido en esta tierra en la etapa ZOC (Zaplana-Olivas-Camps).

Ahora se declara que: eventos, despilfarros de RTVV, Terra Mítica, Bancaixa, CAM, SGR, Aeropuerto de Castelló, Ciudad de la Luz, Calatrava, F-1, campus universitarios sobredimensionados, radiografías privatizadas y todo lo que tiene en la cabeza en términos de sobrecostes y de falta de necesidad, han causado solamente al 10% de nuestra ruina financiera. Poco ha apreciado el actual Consell, el esfuerzo intelectual de diversos autores valencianos señalando los efectos de aquellas tropelías, como por ejemplo la de aquellos que escribieron en 2011 El Secuestro de la democracia o el más reciente (2013) de Sergi Castillo Tierra de Saqueo cuyo contenido el lector puede recordar en información de Sergi Pitarch (Levante-EMV, 13-X-2013). En el mismo se habla de 12.500 euros como coste de la corrupción sólo desde 2008, sin contar los casos destapados en los últimos meses. El Consell piensa que por cada euro que ZOC malgastaba, el Reino de España dejaba de enviarnos nueve euros que en realidad nos pertenecían.

Tras las contundentes afirmaciones hechas por la Conselleria de Hacienda, quizás sea pertinente traer a la palestra a José Borrell y su actual cruzada, solitaria y valiente, de quien usando por un lado su experiencia de exministro y de expresidente de parlamento europeo y por otro la lógica propia del ingeniero y del profesor de matemáticas está desmontado determinados mitos contables. Unas verdades dadas por seguras por los políticos catalanes partidarios del SI que se han ido infiltrando en la sociedad catalana, con la ayuda de muchos medios de comunicación. Nunca sabremos el efecto que la repetición de estos falsedades va a tener sobre la votación del día 27, pero si es seguro que algunos políticos y algunos catedráticos de las facultades de económicas catalanas no dijeron verdad cuando escribieron cosas como que en Alemania existen límites para las balanzas fiscales de los landers; que serán 16.000 los millones con los que contará la Generalitat al día siguiente de su independencia; que la UE va a recibir a Cataluña con los brazos abiertos de forma inmediata a su independencia; etc.

El viernes se oficializaron de forma casi simultánea dos informaciones que eran conocidas por el president Puig. La primera, los ciudadanos la conocimos a través del Banco de España y supimos que la deuda de la GV alcanzaba a mitad de año 2015, el 39,6% nuestro PIB cuando la media de todas las CC AA es del 23,2%; la segunda vino a través del Consejo de Ministro que ante nuestro situación puso para 2016 un límite de deuda del 38,2%, cuando este límite medio de CC AA era del 22,5%.

Las números a veces marean, pero es necesario destacarlos aunque sea a grandes rasgos y lo que reflejan son las condiciones en las que se da el compromiso del Gobierno con las CC AA, unas cifras que no se van cambiar como consecuencia de las elecciones generales de diciembre, ya que el acuerdo es en realidad con la UE. El Gobierno va a seguir soportando las necesidades financieras de las CC AA, que no todas necesitan, si dan garantías y medidas para que la actual deuda promedia actual del 23,2%, va a acabar 2016 en el 22,5%. Un compromiso, imposición o regla (llámese como se quiera) que en términos de la GV se mueve a niveles muy distintos al restos, ya que se le permite que estando ahora en el 39,6% debe reducirla hasta el 38,2% del PIB. Una simple resta muestra que en promedio las CC AA deberán ahorrar lo suficiente como para rebajar su deuda el 0,7% del PIB, mientras que el ahorro de la GV deberá ser el doble, estos es el 1,4%. Los números tienen el desagradable aroma de que aquí estamos algo así como el doble de mal que el promedio de CC AA.

Esta es la parte cuantitativa, la cualitativa es más sencilla: la deuda de GV es sencillamente impagable y la solución no pasa sólo por nosotros. Ante las necesidades inmediatas nadie sabe como se va a poder rebajar la deuda sin medidas extraordinarias que acepten que la GV, en su actual formato, es inviable. Dentro de pocas semanas tendremos un primer ejemplo, con motivo de la devolución de la paga extra a los funcionarios. Una parte de los 1.400 millones que necesitamos para terminar el año.

A todo ello añadan que ya entrados en septiembre, se puede afirmar que el Reino de España no va a cumplir su compromiso de déficit de 2015 del 4,2% y que las previsiones mas frías lo sitúan en la banda del 4,6-5,1. Ello que significa que el Estado va a tener muchas dificultades para acudir en 2015 en auxilio de las CC AA mas deficitarias.

Nuestro President dentro de pocos días va a tener una conversación con el Estado a través de Mariano Rajoy, muchos estaremos con Sr. Puig de corazón y de cabeza. Por ello le sugerimos que no utilice el 90/10 y sus cuentas («cuentos» los llamaría Borrell) ya que las chanzas del resto de CC AA y del Ministerio de Hacienda acabarán afectando nuestra imagen, que razonablemente tanto le preocupa.

El argumento del 90-10 es incluso mas sibilino que el catalán de «Espanya ens roba», pues de paso exonera de todo lo ocurrido en el periodo ZOC. Las promesas electorales de decir la verdad a los valencianos, se contradicen al obviar las responsabilidades a los actores de años de pesadilla autonómica. Como no podía ser de otra forma el eslogan ha sido recibido con entusiasmo por la portavoz y presidenta regional del PP, Isabel Bonig, al aceptar el «pacto» propuesto por el President para pedir juntos un cambio del modelo de financiación. Ella compró presta la idea de que el 90% de la deuda es por infrafinanciación y «no por despilfarro» ya que dijo que el hecho que sean «sólo el 10%» «desmonta muchos mitos» en contra de los 20 años de gestión del PP.

La duda que asalta: ¿Es esta exoneración de ZOC una condición para que Rajoy acepte incrementar el déficit del Reino de España en los 1.400 millones que precisamos para acabar 2015? Sería bueno que se despejaran dudas.

No es posible que el Estado sea culpable de tantas desgracias y que todo lo ocurrido en la zona ZOC sólo es el 10%. No hagamos ingeniería financiera a cota de responsabilidades de lo que aquí hicieron, aquellos que, en su momento, elegimos.

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