El Defensor del espectador de RTVE se disculpaba la víspera de Todos los Santos por la «delicadeza excesiva» con que se habló de Franco en el programa En la tuya o en la mía de Bertín Osborne.
Tropecé con el espacio mensual RTVE responde por casualidad, después de mi dosis semanal de Página 2, y me enganché al no muy relajado cara a cara entre el Defensor, Ángel Nodal, y el productor ejecutivo de Magazines de TVE, Julián Pérez Olmos. La charla con Carmen Martínez-Bordiú recibió numerosas críticas tanto por el mero hecho de aparecer como por la «indulgencia» con que se trató a su abuelo, el dictador Francisco Franco.
«Ella es un personaje muy mediático, habitual durante estos últimos años de los programas de corazón», explicó Pérez Olmos. Exacto. Ella es «la nietísima», en la prensa rosa desde que nació, todo morbo. La charla con Bertín podría haberse realizado en el sofá de Tómbola, como de hecho ocurrió. También salieron a relucir los más de tres millones de espectadores. Tómbola también los tenía. La polémica siempre estuvo en si era un programa adecuado para la tele pública.
El productor cree que llamar a Franco dictador hubiera sido «agresivo» aunque no hubo problema en preguntar si era bisexual, en ese tono amable, todo sonrisas y buen rollo.
Las respuestas no convencieron en absoluto a Ángel Nodal que ante la negativa del otro a pedir disculpas, optó por hacerlo personalmente. Tampoco extraña si seguimos oyendo como determinados partidos políticos se niegan a retirar medallas de oro «a quien salvó la Patria» en los días en que miles de ciudadanos acuden a cementerios, cunetas o paredones.
TVE lo tiene claro: han renovado el programa, 18 episodios más, siempre en la indefinición de lo que quiere ser como la televisión de todos.
