Según escribe Umberto Eco „autor, entre tantas obras sobresalientes, de su Historia de la belleza„ actualmente conviven los ideales estéticos de distintas épocas. «Es lo que yo llamo „dice„ 'politeísmo' de la belleza». Extendido, no sólo por la globalización de usos y culturas, sino porque en la hora presente está más al descubierto que nunca el cuerpo humano. Pero durante siglos lo único que de la mujer podía verse por completo „no en todas las civilizaciones, claro„ era su rostro; de ahí que se cuidase con empeño. Hasta las coplas populares andan llenas de quiebros como «carita de serafín» y de comparaciones con «la luna blanca», las rosas, la nieve, la seda. Incluso se intenta averiguar al secreto de tanta hermosura:
«¿Con qué te lavas la cara,
ojitos de palomita?
¿Con qué te lavas la cara
que la tienes tan bonita?»
Es decir, ¿qué demonios haces para que tu rostro resplandezca...? Porque, desde luego, por muy ingenuo que fuera el coplero, ya sospechaba que la moza piropeada se valía de algunos medios para ayudar a la naturaleza. ¡Pues claro!, aunque se tratara de «ayudas» muy elementales. Durante milenios las mujeres han empleado ungüentos, pomadas, polvos y mejunjes de todas las clases, hasta llegar a nuestros días, cuando la ciencia ha irrumpido en el campo de la cosmética con resultados espectaculares. Bien lo hemos comprobado por nosotras mismas, cuando hace unos días la polifacética Rocío Bacharach nos llevó a un grupo dermatológico que fundó en 1989 el reputado especialista Dr. Serrano, y que hoy distribuye sus productos a más de treinta países.
Esos productos tan estimados (en los que Sesderma se adelantó al introducir en España el ácido glicólico, incorporando progresivamente las tecnologías más avanzadas) han ampliado su radio de acción al constituirse su Skinshop „en la calle Grabador Esteve„ donde, a cargo de expertas profesionales médico-estéticas, se realiza una completísima serie de tratamientos, siempre personalizados previo diagnóstico exhaustivo de la piel: desde la limpieza profunda hasta la microdermoabrasión, oxigenoterapia, y otros varios, como la actualísima radiofrecuencia, de efecto tensor y regenerador, positivo contra las marcas del envejecimiento. También cuerpo y cabello se benefician de tratamientos específicos de alto nivel; en todo momento estudiando a fondo cada caso, ya que la larga experiencia clínica permite enfocar debidamente cualquier patología de la piel, a la que se devuelve y mantiene salud y belleza. La verdad es que alegra tener esto tan a mano, y más aún pensar que todo tuvo su origen en la clínica del Dr. Serrano, aquí, en Valencia, de donde ha irradiado la difusión de su eficacia.
