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Maite Mercado

Mundos paralelos

El invierno ha llegado. Nadie sabe cómo ha sido. Los comicios pasaron. Nadie sabe quién será presidente. Las negociaciones para formar gobierno se han mezclado con la ilusión por el Gordo y las compras navideñas. Lo que dejó de ser noticia es el triunfo de Atresmedia en la cobertura televisiva de las apasionantes noches electorales. Al Rojo Vivo: Objetivo La Moncloa superó sus propias marcas. Donde no se vio La Sexta fue en Génova 13 y en Ferraz. Tampoco en el hotel de Ciudadanos. Solo los de Podemos siguieron el escrutinio con Ferreras y Pastor. Los populares, sin embargo, además de TVE, sintonizaron Antena 3 y Telecinco, según cuentan confidencialmente.

Mediaset sorprendió a todos programando 20D: La España que queremos con Pedro Piqueras y 20D en Cuatro con Javier Ruiz. Además, osó retrasar el último Gran Hermano: El Debate antes de la falsa final de anoche con un expulsado y la auténtica que, por primera vez, será un duelo. Este debate, «definitivo» anunciaba su particular «especial elecciones» con seguidores que defenderían las candidaturas de los tres finalistas. Según los sondeos, la victoria será de Aritz o Sofía.

Los de la cadena de Fuencarral pensaban atrapar a los que convierten su informativo de las nueve en el más visto. Pero solo consiguieron los peores datos de audiencia de la jornada y el enfado de los fieles al reality por las más de dos horas de retraso del inicio del espacio presentado por Jordi González. Las amargas quejas por tener que estar «aguantando las elecciones» fueron trending topic.

Debates, favoritos, encuestas, lealtad a un candidato? o a un partido. La gran diferencia entre la realidad electoral y la realidad formateada de Gran Hermano es que esta noche habrá un ganador o ganadora.

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