Mientras las fallas 2016 se acercan, el gran desfile o cabalgada ya se ha iniciado. Tras el paso por el cuartelillo de la Guardia Civil de Patraix, empieza el baile en el juzgado. Los que declararon y los que se acogieron a su derecho a callar, van a ir presentándose y vamos a ver qué arguyen en sede judicial. No es lo mismo.
Como adelanto, hemos tenido dos entremeses. Uno, el de Marcos Benavent, el exgerente de Imelsa, con su figura de hippy y su anuncio de que van a conocerse más desaguisados y la basura desbordará. Del otro lado, un exconcejal, José Vicente Jurado „lo suyo ha sido plantificar más farolas en Valencia que estrellas en la galaxia„ quien reconocía que los hilos del Ayuntamiento de Valencia los llevaba Alfonso Grau estos últimos cuatro años. Parece exculpar a Rita Barberá así del tema más caliente de los mil euros y la financiación en negro. Pero de otro apunta a que, antes, lo de la Fórmula 1, lo de Gürtel, lo del caso Nóos, o lo de Emarsa, sí que estaba sujeto a su supervisión. Es una opinión autorizada, porque de contratos él sabe mucho.
La exalcaldesa y actual senadora ha dicho que ella no contrataba, echándole la culpa a los técnicos, a los funcionarios de alto nivel. Pero según los periodistas que están al tanto, hay algunas declaraciones ante la UCO que reconocen que ella conocía este sistema de financiación y que habría percibido en algún caso esos fondos. Lo peor es que nadie se puede creer que ella no tenga toda la responsabilidad política, de la contratación y de la financiación del PP local, no diré ya del provincial (ahí entraba Rus) o del nacional (ahí está Mariano Rajoy, su amigo y admirador).
Que esté aforada no impide que esté ya investigada y que el cerco se vaya estrechando; ahora se ha sabido que Asunción Barberá, su hermana, está en el ajo, y resultó grabada, como lo estaba Mari Carmen García Fuster, amiga íntima de la exalcaldesa, y hermana de Joserra García Fuster (quien estuvo en Bankia y en Feria Valencia por designios de la exregidora popular). Como Alfonso Grau se halla ante las juezas en Palma por el caso Urdangarin y Novo está investigado por lo de la financiación ilegal del partido y declarará hoy (un pleno) es imposible que más delante no la llamen a declarar como testigo o que en su día, tras la instrucción, no le pasen al Supremo una pieza separada para que sea llamada como investigada (antes se decía imputada).
La ironía del asunto es que si siguen como tales, el PP puede retirarles el carné y hasta hacerles dimitir como ediles, y hace correr la lista. Es lo que ha ocurrido con anterioridad en algún ayuntamiento de Castilla-La Mancha y, en especial, en el de Marbella, con el partido de Gil y Gil. Varios alcaldes y concejales están ahora en la cárcel, por saquear 500 millones de euros. Y por la operación Púnica hay un vicepresidente de la autonomía madrileña, Francisco Granados, por la red de contratos amañados.
La operación Taula bate el récord en la Comunitat Valenciana, al arrastrar 20 concejales y 30 asesores y funcionarios ante el juez. La madeja está muy enredada, la documentación tendrá que ser analizada, pasada con lupa, el enriquecimiento supuesto de algunos mandamases, bien delimitado (incluidos los movimientos en paraísos fiscales, como Panamá). El juicio, de celebrarse, tardará, pero acabarán ingresando en prisión varios y teniendo que devolver parte de lo saqueado (en Ciegsa o Imelsa, por ejemplo); el total detraido será difícil de recuperar. Así que el desfile se va a repetir varias veces y el juicio oral será en su momento un gran espectáculo, habrá que habilitar un pabellón de la Fira de Mostres.
