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Mamá, quiero ser artista

Desde que gobiernan la izquierda y los nacionalistas/ catalanistas, la actividad cultural en Valencia se ha revitalizado absolutamente. Casi a diario fluyen las ideas, los proyectos y una nueva percepción de la cultura, cuyo destinatario es, por fin, el pueblo llano, el que paga 40 euros „precio mínimo„ por una entrada de la final de la Copa (Sevilla-FC Barcelona), ó 30 por una ración de paella de pollo y conejo, más un par de croquetas de abaecho y vino de la tierra. El mismo que no adquiere un libro jamás ni sabe quién fue Sarah Bernhardt. Con el tripartito ha emergido, desde la marginación, todo el talento oculto „cuando no censurado„ que nos enriquece a todos y todas. El arte ya no es elitista. Por fin, es el pueblo quien lo protagoniza y lo disfruta.

Un ejemplo muy significativo y encomiable es el propósito de lo que podríamos denominar camiones-ópera. Se contrata a un camión trailer y a su chauffeur. Aparca en una calle o plaza con buena acústica. Acuden, por la novedad, aquellos a quienes no les gusta la ópera. Comienza la función con Rigoletto, de Giuseppe Verdi, cantada por el tenor sudafricano Johan Botha. Sin pagar entrada. Gratis total. La democratización de la ópera y la cultura. A los quince minutos, el público improvisado abandona la calle. Y se burla: «¡Menudos gorgoritos!».

Hay una canción de Concha Velasco muy apropiada para este desparrame de populismo de baja estofa, en el que incluimos la apertura de todos los edificios oficiales a fin de que el poble „aburrido„ cotillee qué hay en sus despachos, pasillos y servicios de señoras y caballeros. Es la transparencia de marras. El otro día, según hemos sabido, unas ciudadanas sorprendieron a un funcionario mientras orinaba. No había cerrado la puerta del WC del Ayuntamiento.

Concha Velasco: «Esa niña en las nubes era yo, / Y pensaba con toda la razón / Que hay dos clases de gentes nada más / Los artistas y todos los demás». ¡Cuánta razón hay en esta estrofa! Los artistas son hoy mayoría en Valencia, empezando por el conseller de Cultura, Vicent Marzà, nacido en 1983 y miembro de la Colla el Pixaví de Castellón de la Llanura (antes de La Plana). Es de las más dinámicas de Les Festes de la Magdalena, concentración de artilugios con bombillas. La Festa dels Llumeners sería su nombre más apropiado. Hace años estuvimos en algunas de esas plantas bajas castellonenses, alquiladas para cocinar, beber y cantar. Aseguramos que Marzà será otra persona en su Colla el Pixaví, origen, por otra parte, de su ideología popularista.

El balance del tripartito y del battle Joan Ribó (ahora ha declarado que ni La Punta ni Pinedo volverán a ser huerta «porque revertir la ZAL es muy difícil»), es, sobre todo, artístico. No padezcan de melancolía por aquellos movimientos espontáneamente organizados y sus eslóganes: «¡Salvem La Punta!, ¡Salvem Pinedo!». Son artistas, no políticos.

«Mamá, quiero ser artista», imploraba Concha Velasco. ¿Alguien podría soñar que hubiese, al menos, 348 artistas para dejar su impronta en el Russafart, festival que dirige el cubano Arístides Rossell? Es una trobada de los artistas de este barrio con el resto de la ciudad. Russafa no debe envidiar al parisino Montmartre o al Greenwich Village neoyorkino. Mi tía Sacramento vivió en el barrio de Ruzafa, pero los tiempos han cambiado tanto que en 2016 es el Manhattan de Woody Allen. Para avivar su sensibilidad artística, los niños (y niñas), tendrán a su disposición no un lienzo en blanco para pintar, sino un microbús. Después ya podrán ensuciar con grafitis los monumentos históricos.

Pero el pelotón de artistas es todavía mayor. En el Festival Vesos (las faltas voluntarias de ortografía son de izquierdas y antisistema), actuarán Noah Histeria o La Hora del Té. También habrá talleres didácticos. Uno de reparación de neumáticos de bicicleta (cuando, de joven, pedaleaba en una bici de carreras, hecha a medida, desde Valencia hasta Venta del Moro „ida y vuelta„ sabía cómo reparar el pinchazo de un tubular); y otro de diseño de lámparas a partir de materiales reutilizados. ¿Para las Fiestas de la Magdalena?

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