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Respirar música

Carles Magraner y Robert Casas, que son la versión más sucinta de la Capella de ministrers „sucinta, que no incompleta„ tocan canciones renacentistas que nunca sabremos como sonaban exactamente. Estamos en el bellísimo claustro de uno de los Reials Col·legis de Tortosa „fundación imperial, águila bicéfala„ y una luz oblicua enciende en los relieves que adornan el monumento una vibración cálida, como de flan de vainilla, mientras en el cielo abierto, las golondrinas chillan y erran por un cielo con el esmalte sucio de nubes rotas y arenas del desierto. Pero no erran, devoran insectos: un festín amenizado por un canon majestuoso, una jota aragonesa y un hit de la época que, pese a titularse Cuídame las vacas, es pura delicadeza: novela pastoril. Carles sabe acercar la música culta de un modo confiado, sin pedantería.

Pasan los minutos, decae la luz natural y descubro que el caliente lametón del crepúsculo sólo es un foco situado hábilmente y entonces las parejas reales representadas en sus nichos parecen retratos de un panteón y el claustro se vuelve mausoleo, pero uno se olvida de todo eso con los aires de la jota. Hay músicas difíciles y poco accesibles, pero el pedante disfruta rodeándola de rituales y tabúes. Estos músicos empuñan una viola de gamba y un laúd de mástil muy prominente, que recuerda al sitar y que parece que es el instrumento con el que Sting se ha acompañado para su grabación de las canciones para laúd de John Dowland, las preferidas de Philip K. Dick: Fluyan mis lágrimas, dijo el policía.

En la cena comentamos quién podría hacer en España lo mismo que Sting. Descartamos a David Bisbal y a Sabina, por razones obvias. Miguel Bosé da el físico, pero tiene un hilito de voz. Los anglos son buenos con los sobreagudos porque su propia lengua es un poco histérica: contenida. «Por la misma razón que los rusos dan buenos bajos», dice Magraner. La prosodia y la respiración lo son todo. Por el hilo musical del hotel suena Like a Rolling Stone, del viejo Bob Dylan y Magraner, que es del marjal, como yo, dice: «La mejor canción de la historia". Estoy de acuerdo, amigo.

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